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La era de los drones llega al olivar

La era de los drones llega al olivar

Por Alfredo Briega Martín
martes 08 de septiembre de 2015, 11:59h

07/09/2015 - Los drones empiezan a ponerse de moda más allá de las aplicaciones bélicas gracias a sus múltiples usos en diferentes áreas como la agricultura. De hecho, recientemente la UNIA ha celebrado un curso de verano sobre la normativa, el mercado y los usos de esta tecnología. Pero, ¿qué hay de su empleo en el olivar? Mercacei ha recogido la opinión de algunas de las empresas españolas más punteras en este campo, así como de reputados expertos en la materia de nuestro país.

Los servicios aéreos para aplicaciones civiles mediante el uso de UAVs se encuentran en clara expansión en España y Europa, aunque en muchos sectores apenas se han explotado. En la actualidad existen diversos proyectos en marcha sobre el uso de drones a nivel comercial -sobre todo en el sector de la paquetería y la distribución de productos y alimentos-, una práctica permitida en un creciente número de países. Definitivamente, los drones empiezan a ponerse de moda.

A nivel europeo, la tecnología dron ha madurado hasta el punto de convertirse en un elemento clave en las organizaciones militares, de defensa nacional o seguridad ciudadana, pero en los últimos tiempos han surgido nuevas oportunidades en el ámbito civil y comercial.

Si en EEUU la compañía Amazon pretende enviar los paquetes a las puertas de las casas de sus clientes a través de drones -a pesar de la restrictiva legislación norteamericana en lo referente a los objetos que vuelan por el aire-, en Alemania ya existe el “Dönercopter”, un pequeño dron que despacha kebabs. En Australia, la compañía Zoocal, la mayor plataforma global de soporte a estudiantes y universitarios del país aussie, incluye entre sus productos y servicios el envio de manuales y libros de texto mediante drones, mientras que Flirtey es pionera en la entrega con drones en Nueva Zelanda. En Reino Unido, la famosa cadena de pizzerías Domino’s presentó en 2013 a DomiCopter, un dron repartidor de pizzas, y en Londres la cadena de restaurantes YO! Sushi experimenta con camareros drones encargados de llevar las bandejas desde la cocina a las mesas de los clientes situadas en el exterior del local, el denominado Flying Service Tray. Un método definido por sus impulsores como rápido, seguro e impactante.

Pero, ¿qué son los drones? Un dron es un vehículo aéreo no tripulado -Unmanned Aerial Vehicle (UAV)- o sistema aéreo no tripulado -Unmanned Aerial System (UAS)-, conocido también en castellano como VANT. Dotados con equipos de última generación como GPS, sensores infrarrojos, cámaras de alta resolución y controles de radares, los drones son capaces de proporcionar información detallada a satélites que a su vez la envían al control de tierra, todo ello en milésimas de segundo.

Un UAS tiene dos segmentos claramente diferenciados: el segmento de vuelo, formado por el vehículo aéreo y los sistemas de recuperación (aterrizaje sobre ruedas o patines, red, cable, paracaídas…); y el segmento de tierra, formado por la estación de control -recibe la información enviada por los drones y a su vez les da órdenes- y los sistemas lanzador -que pueden ser hidraúlicos, neumáticos, etc.-. 

Dentro del ámbito civil, los UAVs se utilizan en diferentes sectores como inspección de infraestructuras; topografía; gestión de riesgos y desastres naturales (por ejemplo, incendios); exploración de lugares de difícil acceso (cuevas, precipicios, etc.); monitorización de sistemas de energía eólica; filmación de películas y fotografía deportiva; control medioambiental; localización de bancos de pesca; caza y control de caza; investigación de la vida salvaje; medios de comunicación y entretenimiento; movilidad y tráfico; control y análisis de multitudes (manifestaciones, conciertos, etc.)… y agricultura.

 

Agricultura de precisión

En efecto, una de las aplicaciones con mayor potencial, además de la seguridad pública, es la agricultura de precisión y la monitorización de los campos. En síntesis, la agricultura de precisión consiste en el empleo de nuevas tecnologías para un estudio detallado de la parcela, de forma que pueda aplicarse cada tratamiento de manera localizada. Si bien empezó a estudiarse en los años 80, es con la entrada en el nuevo siglo cuando el desarrollo tecnológico y, sobre todo, el acceso económico a esta tecnología, han permitido su despegue definitivo.

Los beneficios de la agricultura de precisión son múltiples, ya que permite reducir costes, mejora la rentabilidad de los cultivos y disminuye el impacto ambiental, dado que la aplicación de agroquímicos es dirigida y ajustada a los requerimientos reales de cultivo.

Países como Japón y Brasil llevan usando drones en la agricultura desde hace tiempo. En Japón, Yamaha lanzó al mercado en 1991 un helicóptero no tripulado concebido para rociar herbicidas y fertilizantes -conocidos en la actualidad bajo la denominación comercial RMAX y que son alquilados para tareas de fumigación-; mientras que Brasil es uno de los pocos países que cuenta con normativa que regula el uso de los drones y se suelen emplear en los campos de soja.

Sus aplicaciones concretas en agricultura incluyen controles en cultivos (por ejemplo, para el control de subvenciones agrarias); detección de estrés hídrico -falta de riego- en cultivos apostando por el manejo eficiente del agua; detección de estrés nutricional en cultivos (uso óptimo de fertilizantes únicamente en aquellas zonas en las que es necesaria su aplicación); detección temprana de enfermedades y plagas en cultivos; índices referidos a la calidad en determinados cultivos (por ejemplo, la vid); generación de inventarios de áreas de cultivos; y supervisión de áreas fumigadas.

Por tanto, una de las principales ventajas del uso de drones en agricultura consiste en facilitar a los agricultores un servicio de información sobre el estado hídrico, nivel de desarrollo y sanidad de cultivos -obtenido prácticamente en tiempo real- para poder realizar tratamientos sanitarios, riegos o fertilizaciones dirigidas a zonas en las que se detecten dichas necesidades en el momento preciso de aplicarlos. Hay que tener en cuenta que los drones pueden volar casi a ras de tierra, lo que permite tomar fotografías de una gran resolución espacial.

Asimismo, la incorporación de este nuevo sistema permitirá aumentar los beneficios económicos de los agricultores, al tiempo que evitará la aplicación innecesaria de compuestos fitosanitarios (herbicidas y pesticidas) y reducirá el consumo de recursos hídricos en los campos.

 

Espacio aéreo y ámbito legislativo

En la Unión Europea, existen dos grandes grupos de UAVs a nivel legal, cada uno de los cuales está regulado por diferentes autoridades. Así, los UAVs con un peso superior a 150 kg. se rigen por la normativa de la Agencia Europea de Seguridad Aérea, mientras que los de peso inferior a 150 kg. están regulados por las autoridades de aviación civil de cada Estado Miembro. El mapa de ruta para la integración segura de los UAVs dentro del espacio aéreo europeo se prevé que esté listo a partir de 2016.

En la actualidad, la mayoría de los UAVs que se han desarrollado son aparatos muy pequeños y ligeros -los utilizados en agricultura pueden pesar desde 2-3 kg.-. Por el momento, parece que los UAVs de menos de 25 kg. están a salvo de medidas excesivamente restrictivas en materia de seguridad aérea, debido al escaso peligro que representan para la navegación aérea de vuelos tripulados.

A diferencia de EEUU, en la UE no se han producido reacciones en contra de los UAVs que, al estar dotados con cámaras y sensores, podrían afectar a la posible invasión a la privacidad de terceros. Si se regula de forma favorable su utilización en el espacio aéreo, los drones podrían suponer una auténtica revolución en el mercado dentro del ámbito civil, al instaurar un nuevo concepto a la hora de entender muchos de los servicios tal y como se conocen en la actualidad (paquetería, servicios de entrega de comida a domicilio…).  

 

HEMAV, pionera en tecnología dron

Existen ya numerosas empresas que alquilan o comercializan drones, o servicios y productos basados en ellos. El coste del alquiler por jornada completa puede variar de 1.000 a 3.000 euros y, en el caso de la compra, los precios de los drones más económicos oscilan entre 6.000 y 8.000 euros, pudiendo alcanzar hasta 30.000 y 40.000 euros en función de su tecnología y fiabilidad.

En nuestro país, la compañía barcelonesa HEMAV, S.L. (High Endurance Multipurpose Aerial Vehicles, www.hemav.com), la primera empresa española de drones en formar parte del programa de incubación de la Agencia Espacial Europea, está especializada en ofrecer soluciones mediante vehículos aéreos no tripulados en aplicaciones del ámbito civil. El servicio consiste, en primer lugar, en la toma de los datos apropiados mediante los UAVs -desarrollados por la propia compañía de Castelldefels- y, según las especificaciones concretas del servicio, la información se procesa con objeto de poder ofrecer una solución real al problema presentado por el cliente. Su actividad se centra en tres sectores: agrícola (teledetección agrícola), industrial (inspección y mantenimiento) y audiovisual (grabación de imágenes aéreas de alta calidad para uso profesional).

En el sector agrícola, su servicio está encaminado a la obtención y tratamiento de datos aéreos para el análisis de cultivos y su procesamiento, así como todas las actividades relacionadas con la teledetección agrícola o agricultura de precisión. La teledetección aérea agrícola es una técnica que permite obtener información de la vegetación sin necesidad de estar en contacto directo con ella. A nivel agronómico, permite al agricultor obtener mapas aéreos que contienen información sobre diversos parámetros y visualizar a través de imágenes diferencias en el aspecto del cultivo.

A partir de las imágenes originadas por cámaras hiperespectrales, multiespectrales, infrarrojas o térmicas se obtiene información de diferentes bandas del espectro. A través de ellas, se consiguen captar datos que el ojo humano no es capaz de apreciar y con las que se pueden realizar diagnósticos de los cultivos, esto es: determinar el vigor del cultivo (mapa para detectar problemas en cualquier tipo de cultivo); planificar una cosecha selectiva (mapa donde se discriminan diferentes cualidades organolépticas o químicas del fruto); generar un mapa de nitratos (mapa donde se resaltan las concentraciones de nitratos); generar un mapa de fertilización (mapa y datos para planificar de manera óptima la fertilización); determinar la gestión hídrica (mapa de la transpiración y el estado hídrico de las parcelas); y detección de enfermedades (mapa para resaltar problemas relacionados con plagas).

El objetivo no es otro que ahorrar costes a los agricultores consiguiendo una reducción del número de riegos, fertilizantes y fitosanitarios, así como aumentar la productividad y la calidad de los cultivos, el control efectivo de los mismos y exprimir la tecnología existente (tractores, maquinaria, etc).

Sus servicios son aplicables a cultivos como el maíz, trigo, arroz, tomate, frutal, viña y olivo. En el caso del olivar, su oferta está enfocada al olivar intensivo o superintensivo, dado que sus productos y recomendaciones pueden aplicarse para aumentar tanto producción como calidad. Así, tras elaborar un mapa de problemas estructurales con recomendaciones relacionadas con el abonado, riego, poda, crecimiento, etc., HEMAV realiza un único vuelo con dron y genera un mapa con las imágenes multiespectrales. Después, utiliza la información facilitada por el agricultor y la obtenida de su visita al terreno para efectuar recomendaciones orientadas a tomar la mejor decisión para su cultivo y aumentar la producción anual. Finalmente, la entrega de resultados se produce en un periodo que oscila entre 3 y 5 días, realizándose en formato papel y digital -también se incluye el mapa en aplicación para iPad-, pudiendo introducirse en la pantalla del tractor.

 

ELIMCO y el UAV E-300 Viewer

Por su parte, el grupo aeronáutico ELIMCO (www.elimco.com), con sede en el Parque Tecnológico Aeroespacial Aerópolis (La Rinconada, Sevilla) y especializado en el diseño, desarrollo e integración de UAVs de tipo mini y táctico -que pueden realizar misiones tanto militares como civiles-, cuenta con el UAV eléctrico de mayor capacidad que existe hoy en día, el E-300 Viewer, apto para inspecciones y trabajos de análisis espectral de cultivos y terrenos, en las que suele incluir una cámara multiespectral de seis canales junto con una cámara térmica, que permiten realizar ortomosaicos en un gran número de longitudes de onda no visibles al ojo humano pero muy reveladoras sobre las propiedades del terreno.

Este avanzado modelo de UAV, especialmente adaptado para realizar trabajos de agricultura de precisión, permite realizar análisis rápidos de grandes áreas de cultivo -cubre una superficie de 3.000 ha. en un solo vuelo de 2,5 horas- y cuenta con otras importantes ventajas, entre ellas su fácil transporte al lugar de trabajo; su capacidad para incluir múltiples cámaras (RGB, térmica, multi e hiperespectral); las casi tres horas de autonomía que le proporcionan sus baterías de polímero de litio; y su rápido y sencillo montaje/desmontaje. El E-300 Viewer desarrollado por ELIMCO -fabricado con composites de kevlar, carbono y vidrio- proporciona información de gran calidad en lo que se refiere a la cosecha, irrigación y fertilización; al tiempo que permite la detección temprana de infecciones y enfermedades y el aumento del rendimiento de la cosecha. Sus servicios incluyen los mapas de estrés hídrico y nutricional; determinación de la calidad del suelo; necesidades y calidad de la fertilización; determinación puntual y evolutiva de la calidad del cultivo; mapa de índices y contenido clorofílico; y mapa NDVI (estado de salud del cultivo).

Todo ello con diferentes niveles de estudio: nivel de planta (cada individuo es identificado y analizado de forma independiente), nivel interpolado (media de individuos para un área definida), nivel bloque (estudio comparativo entre cultivos) y nivel variación (uniformidad y desviación del cultivo).

Y es que la empresa sevillana, una vez advertido el enorme potencial que presenta el mercado civil y comercial, está preparada para ofrecer ya no sólo un UAV con las mejores prestaciones, sino un servicio integral que le reporte una utilidad concreta al cliente.

 

Curso "Drones hoy: normativa, mercado y usos"

El Curso de Verano “Drones hoy: normativa, mercado y usos”, co-dirigido por Alfonso García-Ferrer Porras y Mª Victoria Gil Cerezo, ambos de la Universidad de Córdoba, se celebró del 31 de agosto al 3 de septiembre en la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) de Baeza.

Este curso ha respondido al interés social y económico que ofrecen las potencialidades de uso de los vehículos aéreos no tripulados (UAV), más conocidos como drones. Aunque inicialmente se desarrollaron en el ámbito militar, es en el campo civil en el que los drones, a través de la investigación, los usos comerciales y de ocio, presentan nuevas e interesantes iniciativas en su utilización y explotación.

El curso ha contado con las intervenciones del rector de la UNIA y profesor de Historia de la Aviación, Eugenio Domínguez Vilches; con la profesora de Derecho Mercantil, secretaria general de la UNIA y vocal de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, Mª Jesús Guerrero Lebrón; el profesor y director del grupo AEROMETRIC de la Universidad de Córdoba, Alfonso García-Ferrer Porras; y su equipo, Francisco Javier Mesas Carrascosa, Daniel Verdú Santano, Inmaculada Clavero Rumbao e Ignacio García-Ferrer Porras.

En cuanto a los usos de los drones en publicidad, cine y televisión, estos fueron abordados por Carlos Navarro Prat, profesional de imagen y sonido.

Los 27 alumnos del curso, provenientes de diversos puntos de la geografía nacional y con formación e interés multidisciplinar, participaron en los debates abordados sobre el estado actual de la normativa legal en la utilización de UAV, sus diversas aplicaciones y ámbitos de actuación. Además, se desarrolló un Taller de Drones, en el que el equipo de investigación AEROMETRIC, mostró los pasos para construir un dron. También se realizó una visita al Centro de vuelos experimentales ATLAS de Villacarrilllo (Jaén), donde se realizaron prácticas de vuelo con drones, y se dedicaron dos sesiones de trabajo sobre procesamiento de imágenes procedentes de vuelos para generar distintos productos cartográficos o analizar su utilidad para el control de cultivos.

 

Fuente: Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria (ELIKA), HEMAV, ELIMCO UAS y UNIA.