El informe señala que el mercado de aceite de oliva en Estados Unidos es altamente competitivo en precio y, a pesar del crecimiento progresivo del consumo, la mayor parte de la población estadounidense desconoce la gran diversidad de varietales, sabores y usos que ofrece este producto.
Estados Unidos es el tercer consumidor de aceite de oliva del mundo (313.000 toneladas en 2015) y el primer consumidor de aceite de oliva fuera de la Unión Europea (UE), por detrás de Italia y España, lo que supone el 10% del consumo mundial. No obstante, el consumo per cápita es mucho más bajo, situándose en 13º lugar, a pesar de que ha aumentado un 34% en los últimos diez años, según los datos que recoge el informe.
Entre los principales factores que impulsan el progresivo crecimiento de la demanda de aceite de oliva en el país norteamericano destacan la percepción de beneficios para la salud asociados al aceite de oliva; la disminución general del nivel de precios del aceite de oliva; la proliferación de la cultura culinaria, inspirada en recetas mediterráneas y de alimentación gourmet; y la continua e importante “avalancha” de recetas por parte de chefs en las que prescriben el uso del AOVE.
La demanda se concentra en la Costa Este del país y los mercados donde el consumo per cápita es mayor son Boston, Nueva York y Miami.
Según el estudio, la determinación de los grupos poblacionales de interés depende de si se utilizan criterios generacionales o étnicos. Sobre los primeros, el informe apunta que resultan de especial interés los millennials, ya que les gusta probar alimentos nuevos y cocinar; y los baby-boomers, debido a su mayor preocupación por comer de forma saludable y su mayor capacidad económica. Mientras, si se utilizan criterios étnicos, los grupos más interesantes serían los italo-americanos, algunos grupos dentro de la categoría hispana (cubanos y puertorriqueños principalmente) y los originarios del resto de países de la Cuenca Mediterránea.
Por otro lado, el informe apunta que los formatos de uso favoritos de los estadounidenses es el envase de vidrio de medio litro y se estima que el 46% del aceite de oliva que se vende en el país se comercializa a través del canal minorista. La mayor parte se vende a través de grandes superficies: supermercados e hipermercados, si bien la importancia de las ventas en tiendas de productos gourmet está aumentando en los últimos dos años.
En cuanto a las perspectivas, ICEX cree que se debe estudiar y considerar como evoluciona la demografía evoluciona a nivel nacional y regional, ya que comprenderla impacta en el futuro desarrollo del sector y sus marcas.
En el caso español, este organismo considera necesario ser competitivo en precio sin perder de vista la necesidad de creara y dar una imagen de calidad. “Enfatizar el producto y la promoción es necesario para relacionar el aceite de oliva español con el concepto de calidad”, añade.