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El olivo se abre camino en China

El olivo se abre camino en China

Por Cristina Revenga Palacios
jueves 25 de mayo de 2017, 11:51h

El interés por el cultivo del olivo en China, uno de los principales mercados mundiales para los aceites españoles, no es ninguna novedad, ya que ha tenido varios intentos de introducción desde los años 60. El desarrollo de la industria del olivo en China está jugando un papel importante en el gigante asiático, ya que ha permitido que más de 3.200 familias y 15.000 personas aumenten su nivel de vida. Pero el proyecto de mayor dimensión en China referente a este cultivo está en marcha desde el año 2010 y lo lidera la empresa Mianning Agriculture Technology, Ltd. En una entrevista con Mercacei Magazine, su director agrícola, Xavier Marqués, nos desvela los pormenores de este proyecto, que apuesta por la producción local como única vía de éxito a largo plazo y que prevé plantar un total de 60 millones de olivos en un periodo de 10 años en las provincias de Sichuan y Shanxi. Publicamos un extracto de la entrevista realizada en Mercacei Magazine 91.

¿Cuál es el origen del cultivo del olivo en China?

El olivo no es una planta autóctona en China. A pesar de ser una planta exótica en la cultura china, siempre ha gozado de mucho interés y se han realizado varios intentos de implantación. Este interés comenzó en los años 60 con el Gobierno de Mao Zedong y, debido a su gran potencial, su primer ministro Zhou Enlai dio prioridad a este cultivo. Podemos encontrar numerosas fotos de Zhou Enlai plantando olivos. Se pensaba que el olivo podía ser instrumental en la elaboración de productos saludables para una población tan importante como China, ya que la salud y el trabajo para el pueblo siempre fueron objetivos de este Gobierno. Debido a las relaciones del Partido Comunista con otros gobiernos como el de Albania, desafortunadamente se enviaron variedades no aptas para las condiciones climáticas de China. A principios de los años 80 y con la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se realizó otro intento de introducción, principalmente con variedades de origen italiano. Eran variedades con poca precocidad y una genética inadecuada, por lo que la falta de supervisión de los proyectos hicieron que estas plantaciones no tuvieran éxito.

¿Cuál es actualmente la superficie de olivo en este país y su producción?

Es difícil cuantificar el número total de hectáreas en producción. Debido a las diferentes condiciones climáticas y a la poca producción hay muchas hectáreas que se plantaron pero hoy en día están abandonadas y no se mantienen. La estimación de superficie se sitúa entre 60.000 y 80.000 hectáreas, mientras que la producción se calcula en unas 6.000 toneladas.

¿Por qué se están impulsando planes de cultivo del olivar en China? ¿El objetivo es plantar 60 millones de olivos?

En China, Estados Unidos y otras partes del mundo la tendencia es la producción local, obteniendo un producto fresco y de alta calidad. Las razones son la calidad, la proximidad al mercado y la sostenibilidad a nivel medioambiental. Esto es algo que tuvimos claro desde un principio. A diferencia de otras empresas que simplemente importan el producto de Europa y tratan de invertir en una marca local, nosotros apostamos por la producción local, ya que creemos que es la única vía de éxito a largo plazo. Se prevé plantar un total de 60 millones de olivos en un periodo de 10 años en las provincias de Sichuan y Shanxi. En este momento estamos doblando la producción de plantas de forma anual.

¿Quién está llevando a cabo la iniciativa de este proyecto y desde cuándo? ¿Se trata de una iniciativa del Gobierno chino?

La iniciativa comenzó en el año 2010. Al principio se realizaron 15 plantaciones piloto en las principa les zonas de China que tenían más potencial de producción y su climatología era la adecuada. Rápidamente, los gobiernos local y central se interesaron y nos apoyaron en el proyecto. Este apoyo fue tanto a nivel de infraestructura como de capital, ya que por primera vez en la historia de China un proyecto confirmó tener producciones y rentabilidades muy similares a otros países olivareros como España o Italia.

Además, fuimos la primera empresa en China en introducir el cultivo del olivo de forma mecanizada (cultivo de alta densidad). La frase “un trabajo de chinos”, que siempre decimos en nuestra cultura, cada vez tiene menos validez en la China moderna, siendo la segunda potencia económica después de Estados Unidos, por lo que la necesidad de mecanización cada día es más evidente. Las zonas rurales de China cada día pierden más habitantes, la población en esas zonas envejece y la juventud quiere emigrar a las ciudades. Por ello, la mano de obra es más escasa y el Gobierno está muy interesado en mecanizar sus cultivos.

A su vez, la salud es muy importante para la cultura china, por lo que el interés del Gobierno es reducir en dimensión las plantaciones de otros cultivos nocivos, como por ejemplo, el tabaco. Se quieren promover los cultivos saludables y el olivo es la opción ideal.

¿Qué contempla exactamente (plantación de hectáreas por año, zonas de China…)?

El proyecto ya es en dimensión el más grande de China. La principal plantación está situada en la provincia de Sichuan. Contemplamos mantener el liderazgo en la producción en China y crear cultura de oleoturismo (hoteles, restaurantes…) todo relacionado con el olivo. Se proyecta plantar de 5.000 a 10.000 hectáreas por año. En este momento el marketing y las ventas son excepcionales, con un precio por botella de 40 dólares/litro. Vendemos todo el producto tres meses después de producirlo, y la idea es crecer en volumen lo más rápido posible.

¿Son favorables las condiciones climáticas y de terreno? ¿Qué zonas son más aptas para el cultivo?

Uno de los retos principales para la producción en China es el clima, ya que no es mediterráneo. El invierno es seco y frío; mientras que el verano es lluvioso, lo cual conlleva altas humedades. Por tanto, la selección de las zonas de cultivo y el manejo son esenciales para el éxito del proyecto. Las áreas más aptas se sitúan en zonas como Sichuan, con temperaturas suaves en invierno, correcta latitud y número de horas de sol adecuado.

¿Qué variedades son más propicias para el cultivo?

Hemos realizado pruebas con 30 variedades diferentes. De momento las que mejor se están comportando son variedades precoces para cultivo mecanizado como por ejemplo la arbequina, la koroneki o la arbosana. También tenemos en marcha un programa de mejora genética para encontrar variedades que se adapten mejor a las condiciones climáticas especiales en China.

¿Cuál es el objetivo de este plan a corto, medio y largo plazo?

El objetivo a corto plazo es continuar manteniendo los estándares de calidad al mismo tiempo que crecemos. A medio y largo plazo es crear una industria local, sostenible y mecanizada, generando trabajo y ayudando al desarrollo de zonas rurales y pobres en China. Por ejemplo, parte de nuestros ingresos los destinamos a causas como la enseñanza del inglés a grupos étnicos minoritarios en China.

Respecto a otros países productores como España, a largo plazo, lo mejor que puede suceder es que China desarrolle su propia industria local, provocando que se dispare el consumo de este producto y, como consecuencia, las importaciones de España. Históricamente, el hecho de introducir un cultivo en un país genera que la población local lo consuma más. En el caso de China, con 1.300 millones de habitantes, cada vez que esta situación ha sucedido nunca ha podido producir lo suficiente de forma local y la reacción ha sido el incremento de las importaciones. Ejemplos de ello son la nuez, el vino y otros productos.