En un comunicado, Assitol ha explicado que los olivares han sufrido graves daños por la falta de precipitaciones y, en el caso concreto de algunas zonas de excelencia como Garda y el sur de la Toscana, se habla de un 50% de la producción.
"Nuestros negocios están acostumbrados a afrontar el déficit estructural de la materia prima que históricamente concierne a Italia, sin embargo la sequía de los últimos meses agrava el marco de producción nacional ya comprometido por la campaña anterior", ha subrayado Angelo Cremonini, presidente del Grupo de Aceite de Oliva de la asociación.
Según la entidad, Italia, en una campaña normal, puede contar con una producción nacional de unas 350.000 toneladas de aceite de oliva, con una demanda interna de 600.000 toneladas y una exportación de 400.000 toneladas. "El riesgo es presenciar una campaña negativa como 2014, annus horribilis de nuestro aceite", ha advertido Cremonini, al tiempo que ha precisado que productores históricos como España y Grecia también lamentan los daños producidos por la escasez de precipitaciones.
“La sequía ya no es una excepción en las latitudes italianas. Las estadísticas apuntan a veranos calurosos y fenómenos climáticos extremos, por lo que tenemos que equiparnos en consecuencia", ha subrayado por su parte Andrea Carrassi, director general de Assitol.
En este sentido, Cremonini ha asegurado que sólo el 20% de las aceitunas italianas pueden contar con riego artificial, que es fundamental en caso de sequía, por lo que “una solución es asignar inmediatamente fondos del Plan Olivícola Nacional a la lucha contra la emergencia de agua en los olivares".
"Ahora es necesario relanzar la investigación y la innovación con el objetivo de fortalecer y mejorar nuestro patrimonio agrícola, obligado a enfrentar cíclicamente situaciones climáticas extremas", ha concluido Carrassi.
