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El chef Martín Berasategui, de la mano de El Jardín de Almayate, presenta Bíbelo su primer AOVE con marca propia

El chef Martín Berasategui, de la mano de El Jardín de Almayate, presenta Bíbelo su primer AOVE con marca propia

viernes 17 de noviembre de 2017, 12:32h
El Museo ABC de Madrid acogió ayer la presentación del Bíbelo Martín Berasategui, el primer virgen extra con marca propia del chef donostiarra, poseedor de ocho estrellas Michelin, fruto de la colaboración con los productores de El Jardín de Almayate.

El acto de presentación contó con la presencia del secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, así como de numerosos medios de comunicación.

El chef donostiarra y El Jardín de Almayate se han unido para dar como resultado un aceite de oliva virgen extra marca propia Bíbelo Martín Berasategui, un novedoso producto que se presenta en un envase revolucionario, un exclusivo biberón gastronómico que consigue guardar y mantener todos los aromas originales del zumo.

La unión de Martín Berasategui y El Jardín de Almayate se forjó hace años en el año 2014, cuando ambos se encontraron por primera vez en la feria San Sebastián Gastronomika. Una vez que el chef cató su aceite, se inició una relación de profunda amistad y colaboración que dio ayer sus primeros frutos.

“Hemos tenido la suerte de que Martín conozca nuestras explotaciones en primera persona y descubra de primera mano los sabores y las texturas de diferentes productos directamente en el campo y en sus momentos óptimos de maduración. Posteriormente él, con su infinito conocimiento gastronómico y enorme creatividad, ha sabido crear platos únicos e irrepetibles”, asegura José María Criado, director general de El Jardín de Almayate.

“Lo cierto es que recuerdo ese preciso momento en el que degusté aquel aceite que me resultó tan extraordinario. Mi equipo y yo nos esforzamos cada día por trabajar con productos de gran calidad y para ello siempre enfocamos nuestro objetivo, en primer lugar, en nuestra tierra. En España hay productos únicos y el AOVE es uno de ellos”, afirma por su parte Martín Berasategui.

Y es que, gracias a esta filosofía común de entender la vida y el trabajo ha nacido Bíbelo, un AOVE de cualidades únicas que llega al consumidor en un envase cómodo y revolucionario, un biberón gastronómico dirigido a avivar en el consumidor la curiosidad por conocer cada día más sobre los sabores y los aromas del virgen extra.

Un AOVE de pago...

Bíbelo es un AOVE de pago producido en Ranchiles, una finca de Jerez bañada por los aromas del atlántico, conformada por más de 600 hectáreas de cultivo y más de un millón de árboles, y con una almazara propia situada en el centro de la explotación. Tal y como ha informado la empresa en un comunicado, cuenta con un minucioso proceso de producción, control total de la trazabilidad, cosecha mecanizada y elaboración cuidadosa y personalizada de cada gota de oro líquido que se produce.

Extraído de aceitunas de la variedad arbequina, es el resultado de la recolección de la aceituna en su momento óptimo de maduración, implementando en el proceso las técnicas más vanguardistas y comprometidas con el medio ambiente.

El resultado es un zumo muy frutado y equilibrado con matices verdes y maduros. En su cata nasal predominan las notas de frutas maduras y verdes, que recuerdan a la hierba recién cortada y al tomate, imprimiendo cierta complejidad al aceite. En boca, tanto el amargo como el picante se perciben de forma agradable, y se armonizan con el aroma a almendra, volviendo a aparecer la frescura de los matices verdes ya percibidos en nariz.

Para Martín Berasategui, “sus cualidades excepcionales lo convierten en un zumo capaz de contribuir de manera única a todos los platos y de revitalizar alma y cuerpo gracias a su sabor dulce y su aroma afrutado”.

... en un formato revolucionario

Con Bíbelo, gracias a su envase único en el mercado, el consumidor puede añadir unas gotas saludables a sus recetas y preparar verdaderas delicatesen sin miedo a gastar más aceite de la cuenta, facilitando una dosificación mucho más sencilla y precisa. Y es que los biberones ya no son sólo cosa de cocineros.

Este formato resulta ideal para multitud de tareas culinarias, ya sea para añadir unas gotas de oro líquido a un plato salado, vistiéndolo de forma limpia y elegante, o directamente para realizar un dulce de repostería.

“Para nosotros era importante presentar un producto de altísima calidad pero, a la vez, hacerlo atractivo y cercano al consumidor. Nos hemos esforzado al máximo y costó mucho trabajo llegar al diseño final, puesto que nuestra prioridad era salvaguardar todas las cualidades del AOVE, pero el resultado ha sido un formato único en el mercado, diferenciable y asequible. Qué más se puede pedir”, concluye Lara Muñoz Rey, directora de Marketing de El Jardín de Almayate.