El secretario general de COAG-Jaén y responsable de olivar de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, pidió cautela “porque la detección implica que los controles funcionan”, pero solicitó que se reorienten las actuaciones hacia la erradicación de los vectores que la transmiten.
“La bacteria no para de extenderse. Los protocolos basados en eliminar grandes superficies de cultivo no están siendo efectivos. Creo que la lucha contra la enfermedad tiene que ir más dirigida a los vectores que a los árboles afectados. Tenemos que concretar cuáles son esos vectores y buscar estrategias que nos permitan controlar las poblaciones de estos insectos, utilizando todas las herramientas que estén a nuestra disposición”.
En la misma línea se ha pronunciado el presidente de Asaja, Pedro Barato: “Han funcionado los protocolos de detección, pero necesitamos que no se repare en medios para avanzar en la investigación en aras de una solución para la Xylella fastidiosa”. Barato también ha reclamado que se coordinen las actuaciones entre las diferentes Administraciones y los representantes de los productores; es decir, las organizaciones agrarias y se mantengan los controles en todas las zonas productoras.
Por su parte, la organización de agricultores UPA Madrid ha pedido “coordinación entre las Administraciones y la cooperación de todos los agricultores” para luchar contra la Xylella fastidiosa, después de que ayer se conociese la aparición de esta bacteria al sur de la Comunidad de Madrid.
UPA Madrid ha incidido en la obtención de “la máxima cooperación de todos los agricultores”, cuyo papel “es imprescindible a la hora de detectar, diagnosticar y mapear los casos, con el objetivo de conocer la situación real de la plaga”.
Indemnizaciones
El mismo llamamiento a la calma de los olivareros hizo UPA Jaén que mostró su confianza en las medidas de contención puestas en marcha en la Comunidad de Madrid. El secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, explicó que en la mesa sectorial reunida la tarde del miércoles en Madrid, se detalló que en la región madrileña están perjudicados 50 propietarios de cinco municipios. Asimismo, como el pueblo del olivar afectado está muy cerca de las provincias de Cuenca y Toledo, la Administración madrileña ya se está coordinando con Castilla y León y Castilla-La Mancha para evitar la propagación de la enfermedad. Igualmente, Cristóbal Cano señala que el olivo afectado tiene 8 años y fue adquirido en un vivero; y que la Consejería de Agricultura madrileña ha puesto encima de la mesa un presupuesto de dos millones de euros, ampliable, para indemnizaciones.
