El informe de ICEX-España Exportación e Inversiones expone que, entre 2012 y 2017 –el periodo estudiado en el documento-, Bélgica ha experimentado un cambio progresivo en el comportamiento del consumidor, cada vez más concienciado con la importancia de la alimentación en la salud.
Según recoge el estudio, el mercado de los aceites y las grasas en Bélgica en el año 2017 alcanzó, según los últimos datos de Euromonitor, 462 millones de euros, con un consumo anual de 113.000 toneladas. Y, pese a que entre 2012 y 2017 el sector de los aceites y las grasas en Bélgica registró un descenso del 2,82% en valor y del 2,57% en volumen; la evolución del aceite de oliva en este periodo es positiva tanto en valor (+7,80%) como en volumen (+7,02%).
Con todo, el consumo per cápita es mucho menor que en otros países europeos (1,35 litros con respecto a los 10,77 litros que se consumen en España), por lo que su “margen de crecimiento todavía es amplio”, según el informe.
Aceites de calidad
En lo que respecta a las importaciones, en el año 2017 Bélgica importó 17.423,50 toneladas de aceite de oliva por un valor total de 74,99 millones de euros. Si se comparan las importaciones del año 2017 con las del año 2012, se observa que han pasado de 53,43 millones de euros a 74,99 en valor, con una evolución media del 25,47%. En volumen, han pasado de 17.535,60 toneladas en el año 2012 a 17.423,50 en el año 2017, con una evolución media en este periodo del 4,21%. .
Con estos datos, el informe concluye que el hecho de que las importaciones en volumen bajen y el precio suba indica que los consumidores se decantan por la compra de aceites de mayor calidad y que el precio del aceite de oliva ha aumentado.
España, principal proveedor
El estudio destaca que, en el ranking de proveedores de aceite de oliva en Bélgica, España se sitúa en primer lugar tanto en valor -con un 55% de la cuota de mercado- como en volumen -con un 58%-. También resalta que la evolución en valor es positiva (39,40%),
mientras que la evolución en volumen desciende ligeramente (0,69%), lo que significa que el precio de las importaciones españolas de aceite de oliva se ha encarecido, con una evolución del 39,97% y un precio de las importaciones de 4,05 €/kg.
Por último, el documento advierte de que, a pesar de que España ocupa el primer lugar en el ranking de proveedores de aceite de oliva en Bélgica, en los supermercados la percepción acerca del origen del aceite no se corresponde con esta realidad. Una de las razones radica en que buena parte del aceite español es comercializado por las grandes cadenas bajo marca blanca, mientras que las marcas procedentes, sobre todo, de Italia se distinguen más claramente como originarias de esos países.
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