Allí estaban, cara a cara frente a todos aquellos rígidos envases, como si se hubiesen dedicado a este trabajo durante una vida entera. Lo cierto es que, en cierto modo, así era. Probablemente se trataba de la primera vez que formaban parte de un jurado que tenía que escoger los packagings de AOVE más especiales del mundo, pero, desde luego, tenían experiencia en elegir, de eso no cabía la menor duda.