Se trata del primer resultado concreto obtenido durante la misión del COI en el país del Sol Naciente, liderada por su director ejecutivo, Abdellatif Ghedira, que fue acompañado por el jefe de la Unidad de Economía y Promoción, Ender Gündüz, y el director del Departamento de Relaciones Exteriores, Mounir Fourati.
En el transcurso de la misma se celebraron varias reuniones, en primer lugar, con los embajadores de Turquía y Túnez y el consejero de la Sección de Comercio y Economía de la delegación de la Unión Europea en Japón, Mervi Khalos; seguida de encuentros con el presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, Takeo Kawamura; y con el presidente y el director general de JOPA, Fuminao Hachiuma y Akira Saito, respectivamente. Todas estas citas se centraron en discutir la posible adhesión de Japón al COI.
Según el organismo internacional, pese a que Japón produce aceite de oliva virgen extra en su región de Kagawa, no puede satisfacer su demanda interna. Por ello, importa aproximadamente 60.000 toneladas de aceite de oliva al año, principalmente de España, Italia, Grecia, Turquía y Túnez. De hecho, es el tercer mayor importador de aceite de oliva, fuera de los miembros del COI, después de Estados Unidos y Brasil.
Asimismo, el mercado nipón del aceite de oliva está aumentando rápidamente y un número creciente de consumidores recurre a las propiedades saludables que ofrece, agregándolo a su dieta.
En este sentido, los representantes de JOPA están intensificando sus actividades de sensibilización con el Parlamento y el Gobierno japonés. Ssegún declaró Ghedira, “el COI está trabajando en la solicitud de reconocimiento de dos análisis químicos, se organizaron dos cursos de capacitación organoléptica para paneles de cata con apoyo del COI y el Instituto de Investigación del Olivo Shozu de la región de Kagawa envió una solicitud de reconocimiento de su panel de cata. Asimismo, el Consejo se está preparando para examinar la solicitud de Japón de organizar un tercer curso de cata con expertos de otras nacionalidades”.
El ministro nipón de Agricultura, Ken Saito, que recibió a la delegación del COI al final de su misión, acogió con beneplácito el trabajo de la Secretaría Ejecutiva con miras a la adhesión de Japón al COI. Ghedira espera que el país se convierta en primer lugar en observador del COI, con el fin de “permitir que conozca el Consejo y decidir, sobre esa base, sobre cualquier solicitud futura de adhesión”.
Para el Consejo, un buen objetivo sería 2020, el año en que Japón será sede de los Juegos Olímpicos. La adhesión de Japón al COI y la aplicación de sus normas permitirían al país acoger la gran afluencia de visitantes extranjeros al tiempo que les garantizarían a ellos, y a los consumidores nacionales, las normas del Consejo.
