Para Unaprol, se trata de una situación “dramática” en una temporada que, según las estimaciones iniciales, se preveía una disminución récord en la producción nacional del 38% debido a las heladas registradas durante el pasado mes de febrero. “Un hecho que, a la luz de este mal tiempo, empeorará aún más, con el grave riesgo de alcanzar un 50% menos de producción, un récord negativo para el sector”, han señalado desde esta entidad.
Según ha detallado, la situación en Puglia es particularmente crítica, si bien todas las regiones han reportado daños significativos, desde Sicilia a Liguria y desde Calabria a Lazio.
"Los efectos también se sentirán a largo plazo porque, solo en 2018, alrededor de 26 millones de olivos se han visto comprometidos por las heladas y el viento fuerte. En este contexto, es fácil comprender la importancia de un plan nacional para el aceite de oliva 2.0", ha explicado David Granieri, presidente de Unaprol.
Granieri cree que para reactivar un sector en dificultades, “las intervenciones estratégicas del Gobierno son necesarias tan pronto como sea posible para aumentar el área de cultivo, plantar olivares nuevos, fortalecer la cadena de suministro y mejorar un patrimonio de biodiversidad único con 533 variedades de aceitunas y con récord en Europa en el número de aceites de oliva vírgenes extra con DOP (43) e IGP (4)”.
