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Marruecos alcanzará su pico de producción en diez años con 250.000-300.000 t. de aceite de oliva

Marruecos alcanzará su pico de producción en diez años con 250.000-300.000 t. de aceite de oliva

miércoles 27 de marzo de 2019, 10:50h

El sector del olivar y el aceite de oliva es estratégico para Marruecos. Gracias al Plan Marruecos Verde se ha incrementado el área destinada a este cultivo y se ha modernizado el sector, mejorando tanto la calidad del producto como su posicionamiento en el mercado internacional. Sin embargo, el país africano aún no ha alcanzado todo el potencial de producción derivado de las plantaciones realizadas como parte de esta estrategia, por lo que se prevé que alcance en diez años su pico de producción, estimado en 250.000-300.000 toneladas de aceite de oliva, según destaca en una entrevista con Mercacei el director de Agro-pôle Olivier, Noureddine Ouazzani, quien repasa la evolución de esta campaña y los retos de la olivicultura marroquí.

¿Cómo definiría en la actualidad la situación del sector oleícola marroquí?

En los últimos años, el sector oleícola ha atraído un interés sin precedentes. Cubriendo más del 50% del área arbórea marroquí, es decir, 1.020.000 hectáreas para una producción media de entre 120.000 y 140.000 toneladas de aceite de oliva y asegurando una intensa actividad agrícola, con 20 millones de jornadas de trabajo/año y 100.000 empleos permanentes, el cultivo del olivo se sitúa en la parte superior de la lista sectores estratégicos en Marruecos.

Desde entonces, se ha llevado a cabo una importante reestructuración y modernización del sector nacional de aceite de oliva en el marco de las nuevas orientaciones estratégicas del Plan Marruecos Verde basadas principalmente en la intensificación y rehabilitación del olivar nacional, así como la adopción de nuevas prácticas técnicas y tecnológicas para la producción de aceitunas y aceite de oliva de calidad. Esto ha supuesto un aumento significativo en la producción y exportación nacional de aceite de oliva de calidad.

Sin embargo, el sector olivarero aún no ha alcanzado todo el potencial de producción de las plantaciones realizadas en los últimos años, como parte de la estrategia del Plan Marruecos Verde. En diez años, Marruecos alcanzará su pico de producción, que se estima en 250.000-300.000 toneladas de aceite de oliva.

Además, los operadores del sector hablan del desafío de alcanzar 2 millones de hectáreas en 2030.

Gracias al Plan Marruecos Verde, varias regiones, incluida la de Fès-Meknès, cuentan con una producción significativa y un potencial cualitativo muy interesante, además de una importante y moderna capacidad de elaboración.

No obstante, el sector del aceite de oliva marroquí, con una producción actual de aceite de alrededor de 160.000 toneladas y un mercado local de demanda, aún está lejos de lo que está en juego en el mercado mediterráneo en los principales países productores (España, Italia, Grecia y Túnez). Si mantenemos el ritmo de desarrollo con una mejor organización del sector, lo lograremos en los próximos años. Creo que es cuestión de tiempo.

¿Cómo se ha desarrollado la actual campaña 2018/2019? ¿Qué cifras se manejan?

La campaña 2018/19 es excepcional desde el punto de vista de la producción, ya que se ha alcanzado un nuevo récord de producción de aceitunas de alrededor de 2.000.000 toneladas, lo que supone un aumento del 42% en comparación con la producción media de los últimos cinco años. Este año se ha caracterizado por una gran producción en los olivares de secano que alcanzaron en algunas zonas una media de 6-8 toneladas/ha. Es cierto que la campaña de este año se caracterizó por un retraso en la madurez y hasta finales de diciembre y principios de enero no se comenzaron a lograr rendimientos de aceite normales para la variedad marroquí picholine, lo que afectó a la producción esperada. Creo que habrá que reducir los pronósticos para el inicio de la temporada y estaremos en alrededor de 170.000-180.000 toneladas de aceite de oliva.

En cuanto a los precios, para este año, el litro de aceite de oliva se comercializa en las almazaras entre 2,30 y 2,75 euros/litro, frente a los 3,70 y 4,20 euros/litro del ejercicio anterior, debido a la importante producción de este año. Sin embargo, durante un mes, ha habido una estabilización del precio del aceite virgen extra entre 2,30 y 2,95 euros/litro en el mercado mayorista a granel.

Además, la escasez de lluvias desde el comienzo de la campaña de recolección y la ausencia de ataques de la mosca del olivo han tenido un impacto favorable en la calidad del aceite de oliva producido. Cabe señalar que el rendimiento de la producción de este año es el primer resultado de la estrategia del Plan Marruecos Verde, que ha ayudado a aumentar el área dedicada a este cultivo. Del mismo modo, el sector se ha modernizado y la calidad del producto y el posicionamiento de las exportaciones han mejorado, especialmente para el mercado estadounidense.

¿Cómo se está beneficiando Marruecos de la disminución de la producción en países como Italia y Grecia?

El precio internacional del aceite de oliva no ha permitido a los productores marroquíes, por el momento, aprovechar las oportunidades que ofrece la disminución de la producción registrada en Italia y Grecia. Los operadores marroquíes están vigilando el mercado local y sus clientes en el mercado estadounidense. Asimismo, en los últimos años se han alcanzado colaboraciones con operadores españoles de aceite de oliva.

¿Qué medidas ha puesto en marcha Marruecos para mejorar la calidad de sus aceites y en el desarrollo de una personalidad propia?

El Ministerio de Agricultura de Marruecos y los operadores del sector del aceite de oliva son conscientes de que la producción de un aceite de oliva de calidad y la promoción del consumo son pasos esenciales para impulsar el sector marroquí. En el marco de la estrategia del Plan Marruecos Verde, se ha invertido en un programa-contrato para desarrollar durante una década acciones en el campo de la capacitación, en la armonización de la legislación marroquí en materia de estándares de calidad con la del Consejo Oleícola Internacional (COI), en la creación de un panel de cata nacional y regional, en el lanzamiento de campañas de promoción nacional, en la participación de ferias internacionales, y en el desarrollo del registro nacional de variedades para determinar la tipicidad y la personalidad del aceite de oliva marroquí.

También se ha apostado por la puesta en marcha de la Interprofesional del Aceite de Oliva marroquí, la creación de la cooperativa y el Grupo de Interés Económico (GIE) así como del Agro-pôle Olivier, la modernización de la producción a partir de la última innovación tecnológica, la adopción de nuevas tecnologías para la producción de aceite de oliva de calidad respetuoso con el medio ambiente, la organización de concursos de aceite de oliva a nivel nacional o la participación en certámenes internacionales.

Creo que el punto fuerte de la olivicultura marroquí moderna es el desarrollo de una gran cantidad de proyectos integrados de 300 a 6.000 hectáreas centrados en la producción de aceite de oliva de calidad para la exportación. Desde mi experiencia profesional, estoy convencido de que tenemos todas las condiciones para producir aceites de oliva de muy alta calidad prácticamente al mismo nivel o mejor que los aceites europeos.

¿Cuáles son los principales retos de futuro a corto y medio plazo de la olivicultura marroquí?

Marruecos ha logrado grandes avances en la mejora de la calidad del aceite de oliva y en el desarrollo de una personalidad propia, especialmente en el caso de la variedad picholine. Ahora, el gran desafío es concentrar los esfuerzos para generalizar esta calidad y este potencial cualitativo a una gran cantidad de aceites de oliva producidos en Marruecos.

Además, el crecimiento y la competitividad del sector son las principales preocupaciones de los operadores marroquíes y del sector público. De hecho, en la situación actual del mercado internacional caracterizado por la globalización y la liberalización del comercio, el imperativo de la competitividad se convierte en un factor determinante. Este hecho es aún más obvio para un país como Marruecos con la existencia, en el mercado internacional del aceite de oliva, de países líderes tanto en términos de producción como de comercialización, como es el caso de España, Italia, Grecia y Túnez.

El progreso técnico y tecnológico, pero también los cambios en materia de gestión, estrategias de marketing y comercialización, son factores que contribuirán al posicionamiento del aceite de oliva marroquí en el mercado internacional y a la creación de una demanda de aceite de oliva marroquí de calidad en los mercados internacionales tradicionales y emergentes.

Estos esfuerzos deben ir acompañados por el impulso del consumo de aceite de oliva en el mercado local, que presenta interesantes oportunidades (el consumo local se estima en 3-3,5 kg. por habitante). Con el Plan Marruecos Verde, varias regiones, incluida la de Fès-Meknès, que cuenta con alrededor de 350.000 hectáreas de olivos, tienen una producción significativa y un potencial cualitativo con un know-how y una capacidad de elaboración moderna que podría situar a este cultivo como punta de lanza del desarrollo macroeconómico de estas regiones. El reto es producir un aceite de calidad y competitivo.

Además, con las nuevas leyes ambientales y de seguridad alimentaria vigentes en Marruecos, el sector del aceite de oliva estará cada vez más basado en nuevos principios y tecnologías innovadoras de elaboración con un impacto ambiental reducido, incluido el procesamiento y la valorización de productos agrícolas.

También se están desarrollando proyectos para la recolección, gestión y recuperación de bioenergía a partir de subproductos del olivar.