Además, el precio se ha visto reducido desde el año 2017 con la nueva política arancelaria derivada del Acuerdo Comercial con la UE, por lo que el producto ya no es un bien de lujo destinado para las ocasiones especiales, ampliando de esta manera la base de potenciales consumidores.
No obstante, este estudio destaca que, culturalmente, sigue existiendo desconocimiento de las propiedades de este alimento y la variedad de nuevas marcas confunde al consumidor a la hora de realizar la compra.
En concreto, el consumidor de aceite suele adquirirlo bien en las grandes cadenas de supermercados existentes en el país (Supermaxi, Mi comisariato, etc..), en los Comisariatos o en los “delicatessen”, o bien lo consume en restaurantes, que generalmente ofrecen aceite de oliva para aderezar las ensaladas. “No es habitual que el consumidor realice la compra de aceite por separado, sino que el producto se incluye dentro de la compra semanal”, añade el informe.
Asimismo, en Ecuador la oferta y los hábitos locales alimenticios de los sectores de mayores ingresos valoran el modelo europeo, por lo que los productos importados gozan de muy buena aceptación, y en concreto la procedencia española es siempre un valor añadido. Así, el aceite de oliva se asocia con la calidad del producto español y con las bondades de la Dieta Mediterránea. Además, como ocurre con l tendencia mundial, los hábitos de los ecuatorianos están cambiando hacia una alimentación más sana y variada y la mayoría de las importaciones son productos de gama media y alta.
Por otro lado, a pesar de que el producto español goza de buena imagen, sus precios, aún altos, sobre todo en relación con productos sustitutivos, limitan una mayor demanda por lo que su consumo no está muy generalizado, aunque el Acuerdo, ya en vigor desde hace tres años, sin duda está impulsando la exportación hacia este mercado, según el estudio.
En este sentido, España se ha mantenido en todo momento como el primer abastecedor del mercado ecuatoriano en este sector, con una cuota de mercado en volumen del 69,4% en 2019, seguido de Italia (17,3%), Perú (9,65%) y Argentina (2,48%).
Por otro lado, este es el tipo de aceite que se usa mayoritariamente en la industria conservera. Aproximadamente un 20% de la importación de aceite de oliva refinado se destina a la esta industria, principalmente al atún. Ecuador ha tenido tradicionalmente una industria de atún desarrollada, que cuenta además con importantes inversiones españolas.
