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La International Olive Foundation denuncia ante el COI la celebración de 'catas caseras' para concursos internacionales

La International Olive Foundation denuncia ante el COI la celebración de "catas caseras" para concursos internacionales

martes 16 de junio de 2020, 10:00h
Hablamos con Silvan Brun, presidente de la International Olive Foundation (IOF), sobre el escrito que ha remitido esta organización al Consejo Oleícola Internacional (COI) denunciando la celebración de estas catas organizadas por competiciones internacionales "en condiciones completamente incontroladas e incontrolables".

Usted es el presidente de la IOF (International Olive Foundation). ¿Nos podría describir es este organismo? ¿Cuál es su propósito?
IOF es una organización sin ánimo de lucro cuya misión es salvaguardar el "Estándar Virgen Extra" y proteger a los consumidores de aceite de oliva. La Fundación, que opera internacionalmente, se ampara bajo la ley suiza y está supervisada por la Autoridad Federal de Supervisión de Fundaciones. Por lo tanto, debe hacer todo lo que esté a su alcance para trabajar o cumplir el propósito de dicha fundación.

"Desde un punto de vista legal, los resultados de las competiciones cuyas catas se han realizado en remoto no son válidos"

La IOF ha enviado recientemente una carta a Abdellatif Ghedira, director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional (COI), para denunciar el reconocimiento de este organismo a los paneles de cata que actualmente están "evaluando desde casa los aceites de oliva presentados a concursos en condiciones completamente incontroladas e incontrolables". ¿Qué nos puede contar sobre esta situación?
A los ojos de la IOF, el panel test es el último bastión que nos queda para proteger a los consumidores y productores de aceite de oliva de manera igualitaria y efectiva contra el fraude. Sin embargo, el panel test nunca ha contado una posición cómoda en la industria, ya que muchas compañías y asociaciones lo rechazan actualmente y están dispuestos a tomar cualquier medida para desacreditarlo.

Lo que ocurre en la actualidad, con motivo del COVID-19, donde algunos catadores de concursos internacionales están realizando las catas en sus casas, está generando aún más dudas hacia la figura del panel test. Estas valoraciones sensoriales en el domicilio privado del catador no son serias. No tienen base científica y, desde el plano legal, sus resultados no deberían ser válidos, ya que no cumplen con los estándares del COI y de la Unión Europea.

Lo ofensivo es que hay catadores que, sin embargo, afirman que los análisis sensoriales de los AOVs se han llevado a cabo de conformidad con el Reglamento (CEE) 2568/91 en su versión actualmente válida. Cabe preguntarse entonces cómo el jefe de mesa ha podido monitorear permanentemente en cada hogar parámetros como la temperatura, cuando se reenvían las muestras por servicio de mensajería o de correo... Esto, simplemente, no es cierto.

Los catadores carecen en sus domicilios de los utensilios necesarios para evaluar las muestras de aceite de oliva presentadas a concurso. Estas sesiones deben realizarse en un lugar adecuado y con las copas de cata homologadas. Este contexto hace que los resultados no puedan darse por válidos, por ello IOF hace un llamamiento al Consejo Oleícola Internacional para que revise el reconocimiento otorgado a esos concursos, y sus paneles, que están realizando estas prácticas.

¿Ha recibido contestación por parte del COI?
En efecto, la recibimos el pasado 11 de junio. En su respuesta nos dan la razón y reconocen que "las catas caseras no produce resultados objetivos, ya que las condiciones no están debidamente controladas".

Asimismo, nos informaron de que el COI creó, el pasado 5 de junio, un grupo de trabajo específico sobre este tema compuesto por expertos en evaluación organoléptica con el objetivo de crear un protocolo específico para la cata en condiciones de pandemia.

"Estas competiciones que realizan "catas caseras" no puede afirmar que se han llevado a cabo de acuerdo con las directrices del COI o del Reglamento (UE) No. 2568/91"

Además, para llevar a cabo estas catas, los organizadores de estas competiciones han asegurado que han reenviado las muestras presentadas a sus catadores en diferentes países. ¿Qué opinas de este método?
Esto es básicamente una cuestión de compromiso. Los organizadores de una competición adquieren un acuerdo con sus clientes a través de las bases. Dada la situación actual con respecto al COVID-19, me imagino que se están desarrollando estas "catas caseras". Sin embargo, estas competiciones no puede afirmar que las pruebas sensoriales se han llevado a cabo de acuerdo con las directrices del COI o del Reglamento (UE) No. 2568/91.

Los resultados de estos análisis sensoriales caseros no son comparables a los de un panel que realmente se reúne físicamente y en las condiciones adecuadas. Tal y como he dicho anteriormente, se deben dar las condiciones óptimas para que las pruebas tengan validez legal.

¿Son fiables los resultados de estas competiciones, cuyas muestras han sido probadas de esta manera?
Desde un punto de vista legal, estos resultados no son válidos porque no se obtuvieron de acuerdo con los estándares aplicables. Por supuesto, damos por hecho que un catador profesional pueda evaluar un aceite de oliva en su casa en función de sus características sensoriales. Pero existen ciertas variables (influencias visuales, auditivas, olfativas e incluso hápticas) que son desiguales entre los domicilios de cada catador y que deberían ser uniformes para todo el grupo que pertenece al panel. Por lo tanto, las evaluaciones de los paneles de cata deben realizarse siempre en los lugares acondicionados para este propósito. Allí, prevalecen condiciones uniformes para todos los catadores.

Cuando veo que las competiciones internacionales deciden reenviar las muestras de aceite de oliva recibidas a cientos -o incluso miles- de kilómetros a sus respectivos catadores, dudo de que los organizadores realmente entiendan lo que es el aceite de oliva virgen extra.