En un comunicado, el Ejecutivo comunitario destacó que el mercado ecológico de la Unión Europea (UE) se ha cuadruplicado en los últimos diez años y es preciso actualizar y adaptar las normas para que el sector pueda seguir desarrollándose y responder a los desafíos futuros.
El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos, resaltó que el futuro del sector ecológico de la UE depende de la calidad y la integridad de los productos comercializados con el logotipo europeo de producción ecológica y que la Comisión busca ampliar y mejorar la agricultura ecológica consolidando la confianza de los consumidores y eliminando los obstáculos que se oponen a su desarrollo.
Ciolos señaló que este conjunto de medidas es bueno para los consumidores y los agricultores, ya que tendrán mayores garantías sobre los alimentos ecológicos producidos y comercializados en el ámbito comunitario, al tiempo que podrán acceder a un mercado más amplio, tanto en la UE como fuera de las fronteras comunitarias.
La propuesta de Bruselas persigue mantener la confianza de los consumidores y los productores y facilitar a los agricultores el paso a la agricultura ecológica. La finalidad es que este tipo de agricultura siga siendo fiel a sus principios y objetivos para satisfacer las demandas de los ciudadanos en materia de medio ambiente y calidad.
En concreto, la Comisión propone reforzar y armonizar las normas, tanto en la UE como en los productos importados, eliminando muchas de las excepciones actuales en materia de producción y control; y reforzar los controles basándolos en el riesgo.
Asimismo, pretende facilitar a los pequeños agricultores el paso a la agricultura ecológica, permitiéndoles adherirse a un sistema de certificación de grupo; abordar mejor la dimensión internacional del comercio de productos ecológicos, incorporando nuevas disposiciones sobre las exportaciones; y simplificar la legislación para reducir los costes administrativos de los agricultores y mejorar la transparencia.
Para ayudar al sector a adaptarse a los cambios estratégicos propuestos y afrontar los retos futuros, la Comisión también ha aprobado un Plan de Acción sobre el futuro de la producción ecológica en Europa.
Este Plan prevé una mejor información a los agricultores sobre las iniciativas de desarrollo rural y de política agrícola de la UE que fomenten la agricultura ecológica, refuerce los vínculos entre los proyectos de investigación e innovación de la UE y la producción ecológica y que se estimule el consumo de alimentos ecológicos como, por ejemplo, en las escuelas.
Antecedentes
La propuesta, que deberá presentarse al Parlamento Europeo y al Consejo, se basa en los resultados de un amplio proceso de consulta que se inició en 2012 y que incluía una serie de reuniones con expertos internacionales y europeos sobre la producción ecológica.
Según Bruselas, una consulta pública realizada en 2013 despertó un gran interés en los ciudadanos, que remarcaron sus preocupaciones por las cuestiones relacionadas con el medio ambiente y la calidad y permitió conocer la existencia de una clara demanda en toda la UE en favor de unas normas más “estrictas y uniformes” sobre la agricultura ecológica.
La Comisión resaltó que la agricultura ecológica combina las mejores prácticas ambientales, un nivel elevado de biodiversidad, la protección de los recursos naturales y altos niveles de producción a partir de sustancias y procesos naturales. Este tipo de agricultura está orientado hacia un mercado específico que responde a una demanda concreta de los consumidores y suministra al mismo tiempo bienes públicos en materia de protección del medio ambiente, bienestar animal y desarrollo rural.
Promover la producción ecológica
Ante las nuevas propuestas de la Comisión, el Copa-Cogeca, entidad que representa a los agricultores y cooperativas de la UE, indicó que éstas deben fundamentarse en los buenos resultados de la legislación europea actualmente en vigor y permitir que la producción ecológica europea siga desarrollándose.
En este sentido, el secretario general del Copa-Cogeca, Pekka Pesonen, afirmó que “las nuevas normas deben permitir que la producción siga desarrollándose, además de apoyar el crecimiento del mercado ecológico mediante los instrumentos más adecuados. En particular, las normas no deben desanimar a los agricultores que deseen pasarse a la producción ecológica ni a aquellos que ya lo hayan hecho, a la hora de continuar su producción”.
Pesonen explicó que, en muchas regiones, lo habitual es que las explotaciones realicen la conversión a la agricultura ecológica por etapas, por diversos motivos, de carácter económico o estructural. “A falta de esta posibilidad de ir adaptándose gradualmente a la producción ecológica, se estará frenando el desarrollo del sector”, aseguró.
