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Carlos Cabezas (ATPIOlivar): 'Estamos en un momento decisivo para el futuro de la Producción Integrada'

Carlos Cabezas (ATPIOlivar): "Estamos en un momento decisivo para el futuro de la Producción Integrada"

miércoles 22 de mayo de 2019, 12:29h

La Asociación Técnica de Producción Integrada de Olivar (ATPIOlivar) fue fundada hace ya 18 años y desde sus orígenes ha mostrado un gran interés por fomentar la Producción Integrada y difundir sus bondades en materia de calidad y seguridad alimentaria. Carlos Cabezas, presidente de la entidad, repasa la evolución de este tipo de producción, así como sus principales retos de futuro en materia regulatoria, agronómica y de comercialización. Publicamos un extracto de la entrevista realizada en Mercacei Magazine 98.

¿Cómo ha evolucionado en cifras la Producción Integrada de Olivar en España, en general, y en Andalucía, en particular?

Los últimos datos publicados sobre la superficie de Producción Integrada en España por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) corresponden al año 2014, siendo el cultivo del olivar el que más superficie concentra. Estos datos estadísticos deberían estar actualizados anualmente con la información que facilitan las Comunidades Autónomas, algo que parece no estar sucediendo. Si nos basamos en los datos publicados por las regiones más significativas, parece que la evolución, en general, es hacia un mantenimiento o aumento de la superficie inscrita en Producción Integrada de olivar. Las Comunidades Autónomas más importantes son Andalucía, con 392.362 hectáreas (2017), seguida de Extremadura, con 100.576 hectáreas (2017); y Cataluña, con 14.222 hectáreas (2016).

El mayor incremento de superficie de Producción Integrada de olivar en los tres últimos años corresponde a Cataluña, con más de un 40%; en Extremadura se eleva un 13% y se mantiene en Andalucía, aunque hay que destacar que este modelo supone ya el 25% de la superficie total del olivar andaluz.

Respecto al número de industrias inscritas, los datos de los que disponemos corresponden a Andalucía, con más de 60 industrias que están certificando el producto final, ya sea como AOVE o como aceituna de mesa, pudiendo hacer uso del distintivo de calidad “Producción Integrada Andalucía”. Sin embargo, si analizamos esta información en su conjunto, se deduce que gran parte de la producción certificada en campo no continúa el proceso de certificación en la industria, con la pérdida de valor que esto significa para los agricultores. Es necesario seguir realizando un esfuerzo de difusión de los compromisos que han adquirido tantísimos productores adheridos a este modelo en España en cuanto a calidad, seguridad alimentaria y respeto al medio ambiente, y las ventajas que ello supone en términos de comercialización.

¿Cómo se puede mejorar el valor añadido de este tipo de producciones y su visibilidad ante los consumidores?

Como bien define el concepto, debemos “integrar” en un único mensaje los principales beneficios que aporta la Producción Integrada a la sociedad actual; calidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad. Para ello, es urgente y necesario establecer unas directrices mínimas a escala europea que permitan a corto plazo generar un reglamento base de aplicación en toda la Unión Europea, como existe en la agricultura ecológica y desarrollar un único sello de calidad. Sin embargo, este proceso de armonización es complejo a escala europea mientras los países miembros no realicen una mejora en la normalización en el ámbito nacional, como es el caso de España. Se requiere voluntad política y una mayor implicación de las administraciones para que esto suceda.

Por otro lado, es necesario que los aceites de oliva vírgenes extra envasados de Producción Integrada utilicen el distintivo de calidad en sus etiquetados, de lo contrario el consumidor no podrá visualizar las diferencias respecto a un producto convencional o generarle inquietudes en conocer más sobre este modelo de producción.

Creemos que una de las formas para mejorar el valor añadido de la marca es seguir trabajando, investigando y orientando las prácticas agronómicas, de manipulación y elaboración hacia nuevos requisitos que permitan generar la seguridad alimentaria que demandan numerosos mercados y hacia una mayor vinculación de la Producción Integrada con los compromisos en materia de sostenibilidad ambiental y contra el cambio climático.

¿Recibe el suficiente apoyo económico e institucional por parte de las administraciones europea, nacional y autonómica?

El apoyo económico que recibe la Producción Integrada por parte de las diferentes administraciones se está canalizando principalmente a través de la Política Agraria Común (PAC), y en concreto, con la financiación de los Programas de Desarrollo Rural Autonómicos, mediante incentivos por la aplicación de medidas agroambientales, programas de promoción de productos agroalimentarios o asesoramiento específico, entre otros.

En España, hay Comunidades Autónomas que están apostando más que otras por el desarrollo de este modelo de producción, aunque insistimos en que es necesario un apoyo y coordinación más firmes por parte de la Administración central, con el fin de evitar una dispersión territorial en la difusión del mensaje o, por ejemplo, en los objetivos medioambientales que se pretenden conseguir. Hay también que resaltar el apoyo de otras instituciones, como diputaciones provinciales u otras entidades privadas, a proyectos de investigación y promoción relacionados con la Producción Integrada.

También debemos agradecer a la Fundación del Olivar como organizadores del XIX Premio Internacional Expoliva a la Calidad de los Mejores Aceites de Oliva Vírgenes Extra, que en esta edición, por primera vez, han incorporado el concepto Producción Integrada en una de las categorías. Es muy importante para este sector, porque permitirá mostrar aquellas empresas nacionales e internacionales que tienen una apuesta decidida por la calidad y la sostenibilidad.

Sin embargo, debemos seguir trabajando para conseguir que se desarrolle una categoría independiente para los aceites de Producción Integrada en los diferentes concursos, por contar con credenciales diferenciadoras más que suficientes respecto a la producción convencional.

¿Cuáles son sus principales retos de futuro a corto y medio plazo en materia regulatoria, agronómica y de comercialización?

Nos encontramos nuevamente en el debate de la futura PAC, y habrá que estar atentos al apoyo institucional y económico que tendrá la Producción Integrada en este nuevo periodo, algo que será fundamental para su expansión en el olivar.

En la actualidad, la Producción Integrada de olivar en Andalucía se encuentra a nivel normativo en un proceso de modificación y actualización tanto en el decreto que la regula como en los reglamentos específicos que se aplican, por lo que es un momento para reflexionar sobre los objetivos futuros ante los nuevos retos ambientales y sociales a los que nos enfrentamos a corto y medio plazo. Para ello, desde ATPIOlivar creemos importante reducir la burocracia administrativa, fomentar la investigación, la formación de los técnicos y la capacidad de transferencia a agricultores, así como incorporar las últimas técnicas que se han demostrado eficaces para la mejora de la sostenibilidad. En concreto, aquellas que mejoran la huella hídrica, reducen la huella de carbono, técnicas de agricultura de precisión o una adaptación de los programas de control integrado y, en concreto, el uso de determinadas sustancias activas. Por tanto, estamos en un momento decisivo para el futuro de la Producción Integrada.

La promoción a gran escala de este modelo no será posible mientras no se desarrolle una reglamentación básica por parte de las instituciones europeas, algo fundamental para mejorar la comercialización. Antes de esto, es necesaria la armonización normativa a nivel nacional en los diferentes países miembros. Un ejemplo de que es posible lo tenemos en Italia, que ha concentrado a los diferentes cultivos del país bajo un estándar público único. En España, había que plantearse la creación de una alianza sectorial para conseguir defender con mayor fuerza ante las instituciones los intereses generales de la Producción Integrada.

Con la situación actual, quizás puede ser interesante desarrollar estrategias de comercialización dirigidas hacia una parte de consumidores que están demandando productos de proximidad, que identifican con frescura y mejor calidad, y donde los sellos regionales de Producción Integrada cumplen con estas exigencias, aportando además otros valores como el respeto al medio ambiente.