Mónica y José se encontraban cenando en un hotel de cinco estrellas en el extranjero cuando se les ocurrió pedir al maitre aceite de oliva español. Se hizo el silencio. Atravesó la sala esa famosa maraña de paja que pasa de un lado a otro de la pantalla en las películas del Oeste antes de un tiroteo. "¿En España hay aceite de oliva?", contestó el jefe de sala. Y ahí comenzó todo. Estos dos creativos no iban a permitir que esto siguiera ocurriendo si ellos podían hacer algo para remediarlo.