El sector del packaging, símbolo de identidad de muchas empresas oleícolas, ha tenido que adaptarse a las nuevas pautas marcadas por las Naciones Unidas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), unos objetivos cuya consecución puede ser muy complicada para algunas empresas que no están adaptadas para ello, por lo que pueden inspirarse en otras para lograrlo.