El fin del mundo rural bien merece un Óscar. Aunque sólo sea por el dramático desenlace al que se enfrentan sus actores. Alcarràs, de Carla Simón, es la cinta seleccionada para representar al cine patrio en la próxima edición de los premios de la Academia de Hollywood. Pero Alcarràs no es del todo una ficción, ya que podría perfectamente competir en la categoría de documental, representando de forma magistral una metáfora de la Europa rural y de la presión que sufren los agricultores y ganaderos para abandonar su actual modo de vida. Una presión silenciada y silenciosa a la que Simón da voz.