La empresa fue fundada en 1953 bajo el nombre de Talleres Parra y en sus inicios estuvo dedicada a trabajos de forja y fragua. En el año 1992 adoptó su actual denominación, Bombas Parra La Mancha S.L., iniciando una nueva etapa marcada por la innovación y el crecimiento.
Desde entonces, ha sido dirigida por Pedro Antonio Pintado Panduro, cuya visión ha sido fundamental para transformar un pequeño taller artesanal en una empresa pionera en la fabricación de bombas helicoidales en España.
Compromiso con la tecnología
Uno de los pilares del éxito de Bombas Parra La Mancha es su apuesta constante por la tecnología y la mejora continua. La planta de producción cuenta con maquinaria de última generación, incluyendo centros de mecanizado CNC, tornos automáticos y sierras de precisión, lo que permite la fabricación de componentes con altísima precisión y acabados de gran calidad.
Gracias a ello, la empresa puede desarrollar soluciones adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente y sector, ofreciendo un servicio técnico ágil y personalizado.
Control de caudal con precisión
La firma también ofrece bombas con caudalímetro independiente. Estas soluciones permiten un control exacto del caudal durante el trasiego, lo que asegura una transferencia eficiente del producto, adaptada a las condiciones y especificaciones de cada proceso. Esto es especialmente importante en el manejo de líquidos delicados como el aceite o productos agroalimentarios, donde la precisión y la suavidad en el bombeo son clave para mantener la calidad del producto final.
Especialización en la industria oleícola
En Bombas Parra La Mancha desarrollan sus bombas pensando en las exigencias específicas del sector oleícola. Están diseñadas para garantizar un trasiego suave y respetuoso, evitando alteraciones en los aromas, la temperatura y la densidad del producto.
Gracias a su ingeniería, permiten también el transporte de productos con sólidos en suspensión, como las pastas de orujo, sin dañar su estructura. A esto se suma su versatilidad ante diferentes caudales y presiones, y una facilidad de limpieza que las convierte en una opción muy valorada por las almazaras.
Además, todos sus repuestos cuentan con certificación FDA y están libres de ftalatos, lo que garantiza un bombeo seguro y conforme a los estándares más exigentes en materia de seguridad alimentaria.