En el corazón de Jaén se alza uno de los proyectos más singulares de Acesur, su almazara de Jabalquinto, un ejemplo perfecto de cómo la tradición y la innovación pueden convivir en armonía. Más que un espacio de producción, esta almazara se ha convertido en un centro para el oleoturismo en la provincia de Jaén y en un símbolo de la vocación de Acesur por difundir la cultura del aceite de oliva virgen extra en España y en el mundo.
Acesur lleva más de 180 años vinculada al olivar y al territorio. Su compromiso con la puesta en valor del olivar como patrimonio cultural y económico lo ha desarrollado a través de su fundación corporativa, la Fundación Juan Ramón Guillén. Además de su actividad en Jabalquinto, esta fundación desarrolla numerosos proyectos educativos, culturales y sociales que refuerzan su papel como gran difusora de la cultura oleícola. A través de programas de formación, acciones en colegios, iniciativas para la valorización del paisaje olivarero y proyectos de desarrollo rural, la fundación trabaja por acercar el olivar a la sociedad y fomentar su reconocimiento como parte esencial del patrimonio andaluz y español.
Jabalquinto no es sólo una almazara de diseño, sino que también abre sus puertas al público que quiera descubrir de primera mano todo el proceso que hay detrás de una botella de AOVE: desde la recolección del fruto hasta la cata final, pasando por la molturación y la decantación. Una experiencia inmersiva que despierta los sentidos y conecta con la esencia de nuestra cultura mediterránea.
Además, se trata de un oleoturismo con valor social, ya que la recaudación generada por las visitas se destina íntegramente a los proyectos de la Fundación Juan Ramón Guillén, que ya han beneficiado de forma directa a más de 40.000 personas.
Pero el oleoturismo que promueve Acesur va más allá, es una oportunidad para transmitir valores, conocimiento y respeto por el entorno. La almazara de Jabalquinto se ha concebido como un espacio didáctico y sensorial donde el visitante aprende, siente y se emociona. Su arquitectura contemporánea, que combina funcionalidad y belleza, refuerza el mensaje de que la modernidad y la tradición pueden caminar juntas para dignificar un producto milenario.
En este enclave único, Acesur también muestra su apuesta por la innovación y la excelencia. Cada visita es una ventana abierta al futuro del sector oleícola: procesos tecnológicamente avanzados, sistemas sostenibles de producción y un firme compromiso con la trazabilidad y la calidad. Todo ello con un mismo propósito: poner en valor el aceite de oliva virgen extra como símbolo de identidad y de orgullo nacional.
En este Día Mundial del Olivo, Acesur reivindica su papel como gran embajadora de la cultura del AOVE y su firme compromiso con la divulgación de un patrimonio que trasciende lo gastronómico. La almazara de Jabalquinto no sólo produce aceite: produce conocimiento y conciencia. Es, sin duda, una de las grandes cunas del aceite de oliva y un orgullo para todo el sector.