El 26 de noviembre celebramos el Día Mundial del Olivo, una fecha que nos invita a mirar con orgullo al sector oleícola y a todo lo que representa: tradición, salud, sostenibilidad y oportunidades de negocio. En este escenario, Borges International Group es un ejemplo de cómo combinar tradición, innovación y visión global para construir una historia de éxito.
Con más de 125 años de trayectoria, en Borges hemos sabido crecer sin perder nuestras raíces mediterráneas. Hoy estamos presentes en más de 100 países, y más del 70% de nuestra producción se destina a la exportación. Esta vocación internacional ha sido clave para llevar el aceite de oliva a millones de hogares, contribuyendo a difundir los beneficios de la Dieta Mediterránea.
Barreras comerciales: un reto para la universalización del aceite de oliva
En este camino, hemos mostrado una especial sensibilidad hacia los retos del comercio global, especialmente aquellos que dificultan el acceso de productos saludables como el aceite de oliva. Las barreras comerciales y los aranceles siguen siendo una traba significativa, en particular en mercados emergentes, donde el poder adquisitivo es más limitado. Estas restricciones no sólo afectan a la competitividad del sector, sino que también limitan la capacidad de democratizar el consumo de un alimento esencial en la Dieta Mediterránea.
Paneles de cata y regulación: hacia una valorización más objetiva del aceite de oliva
La calidad es uno de nuestros pilares. Como compañía con una larga trayectoria en el sector oleícola, creemos que el aceite de oliva merece una valorización justa, rigurosa y alineada con estándares internacionales. Por ello, en un momento en que el sector reflexiona sobre cómo se evalúa este producto, nos sumamos al diálogo que busca avanzar hacia sistemas más objetivos y armonizados.
Aunque los paneles de cata han sido útiles, su aplicación puede ser subjetiva en la clasificación, generando una gran inseguridad jurídica para los envasadores y exportadores de aceite de oliva. Desde Borges consideramos que es posible complementar este sistema con parámetros físico-químicos más exigentes, que refuercen la calidad y la imagen del aceite en los mercados.
También resulta clave avanzar hacia una mayor armonización legal internacional. Hoy cada país aplica sus propios criterios, lo que obliga a los envasadores a adaptar sus coupages según las calidades requeridas. Esta fragmentación complica la operativa y puede afectar la competitividad del sector.
Sostenibilidad: compromiso real y resultados tangibles
En Borges trabajamos para superar estos desafíos, apostando por la excelencia, la innovación y la sostenibilidad. Nuestra división de aceites ha conseguido el certificado “Residuo Cero” en las plantas de Tàrrega y Cabra, donde más del 95% de los residuos se reciclan o valorizan. Esta iniciativa forma parte de nuestra estrategia “Comprometidos por Naturaleza”, que incluye el uso de envases reciclables, la reducción de plásticos y una apuesta firme por una producción responsable.
Además, lideramos el mercado de monodosis con Capricho Andaluz, ofreciendo formatos funcionales y sostenibles que se adaptan a las nuevas formas de consumo.
En definitiva, Borges demuestra que es posible ser rentable, competitivo y responsable. Porque el olivo no sólo da fruto, también da futuro.