El mercado oleícola vive un proceso de transformación marcado por la profesionalización, la sostenibilidad y la necesidad de diversificación. En este escenario, los encuentros profesionales especializados, como la World Olive Oil Exhibition (WOOE), desempeñan un papel fundamental al ofrecer un espacio único donde convergen todos los actores de la cadena de valor: productores, distribuidores, exportadores, chefs, consultores, inversores y responsables institucionales.
Durante dos intensos días de trabajo, la WOOE se convierte en un verdadero laboratorio de oportunidades donde se cierran acuerdos comerciales, se presentan innovaciones tecnológicas, se consolidan estrategias de marca y se tejen sinergias que trascienden fronteras. El retorno no es sólo económico, también es estratégico.
Nuestro trabajo consiste en lograr que las empresas y los productores entiendan la importancia de acudir a la feria con un estand, y lo que esto les ofrece en términos de diferenciación y oportunidades de negocio. Por eso estamos apostando e invirtiendo en crear una agenda de reuniones personalizadas con importantes distribuidores y compradores. Encuentros a los que sólo podrán acceder aquellos que poseen un espacio en la WOOE y a los que el experto Juan Vilar se encargará de dar forma personalmente. Junto a esta novedad seguimos impulsando el Club WOOE, que ofrece experiencias VIP -como una cena de networking, visibilidad en redes y demás herramientas de promoción de la feria- sólo para expositores.
La rentabilidad en el sector del olivar y del aceite de oliva no depende únicamente de los precios o de las cosechas, sino de la capacidad de cada empresa para posicionarse, adaptarse y anticipar tendencias. Una feria temática de referencia internacional permite precisamente eso: acceso a nuevos mercados, conocimiento actualizado y conexiones de alto valor.
Celebrar el Día Mundial del Olivo es celebrar también la inteligencia colectiva de un sector que ha sabido evolucionar y reinventarse. Y en esa evolución, las ferias temáticas se presentan como un catalizador imprescindible para que la excelencia del aceite de oliva encuentre su máximo reconocimiento y, sobre todo, su máxima rentabilidad.