“Resulta paradójico que en un país como Estados Unidos (EEUU) las autoridades sanitarias permitan indicar, desde hace ya una década, que los aceites de oliva son un producto cardiosaludable”, así comienza la nota del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (CRDOP) del Bajo Aragón, que añade que “mientras que España, primer productor mundial de aceite de oliva no puede indicar estas evidencias en la promoción y etiquetado del producto”. La crítica se une así a otras muchas del sector, lideradas por la Interprofesional del Aceite de Oliva Español –recuerda, por ejemplo, estas noticias referentes al Congreso Médico- respecto a la rigidez de las normas europeas en este sentido.<br /><br />“EEUU es un importador neto de aceite de oliva ya que la producción local, concentrada en California, es mínima y no satisface la demanda”, destaca el texto, que recuerda que en este país se obtuvo, por parte de sus autoridades sanitarias, el permiso para etiquetar el aceite de oliva como producto cardiosaludable. “Con fecha 28 de agosto de 2003 la North America Olive Oil Association (NAOOA) sometió a la Food and Drug Administration (FDA) la solicitud de autorización del uso de declaraciones de salud en el caso de etiquetas de los aceites de oliva, basándose en la relación entre el consumo de grasas monoinsaturadas de este aceite y la reducción del riesgo de padecer enfermedades coronarias”, detalla la nota de la DOP Aceite del Bajo Aragón, que añade que, en la misma línea, que “después de analizar las pruebas aportadas y a la luz de los conocimientos y otras documentaciones disponibles, la FDA contestó, señalando que existía evidencia suficiente aunque no concluyente, sugiriendo que los consumidores pudieran reducir el riesgo de padecer enfermedades coronarias si consumieran grasas monoinsaturadas del aceite de oliva en lugar de alimentos ricos en grasas aturadas, y paralelamente no se incrementara el número de calorías en la ingesta diaria. sí, la FDA ha permitido el uso de un reclamo de salud que esté redactado de manera que no induzca a confusión al consumidor”.<br /><br />Por tanto, la DOP concluye que la evidencia científica sugiere que la “ingesta diaria de aproximadamente dos cucharadas (23 grs.) de aceite de oliva puede reducir el riesgo de contraer una aceite de enfermedad coronaria debido a la grasa monoinsaturada presente en el aceite de oliva”. Y, por ello, para alcanzar este posible beneficio, “el aceite de oliva debe sustituir a una cantidad similar de grasa saturada y no incrementar el número total de calorías que se ingieren por día”, concluye el texto.<br /><br /><i>Para más información, pueden suscribirse a nuestro Newsletter Semanal impreso "Mercacei" y/o al Club Mercacei en el <a href="seccion/151/alta/">Club Mercacei.</a></i>