Un nuevo Subcomité Senatorial de aceite de oliva y productos emergentes del estado de California celebró una audiencia informativa el pasado 26 de enero ante una sala abarrotada y cientos de personas que lo vieron en directo a través de un webcast. La sesión fue presidida por el senador estatal Lois Wolk (D-Davis), quien recientemente asistió al seminario dedicado al aceite de oliva de calidad en el Culinary Institute of América (CIA) celebrado en el campus de Napa Valley, y a otra reunión de la industria en Dixon (California).<br /><br />Los legisladores escucharon los testimonios del director del Centro de Aceite de Oliva de la UC Davis, Dan Flynn; del escritor Tom Mueller; del vicepresidente del Caliifornia Oliva Ranch, Adán Englehardt; Mike Bradley de Veronica Foods; Paul Miller, de la Asociación de Aceite de Oliva de Australia; y Bobo Baues, presidente de la Asociación Norteamericana de Aceite de Oliva (NAOOA), entre otros.<br /><br />Los ponentes presentaron diversos ejemplos de los desafíos a los que deben enfrentarse los productores estatales, como la competencia desleal de lo que denominaron “productores sin escrúpulos” e “importadores europeos que no juegan según las reglas”.<br /><br />Dan Flynn comenzó recordando el informe difundido el pasado mes de abril que demostró que casi tres cuartas partes del aceite de oliva importado en los supermercados de California se encontraba mal etiquetado. A continuación, Tom Mueller aludió a la base de su libro recién publicado <i>Extra Virginity</i>, incidiendo en el gran revuelo que ha ocasionado su lanzamiento.<br /><br />Adán Englehardt, un agricultor de quinta generación que gestiona los cultivos de mayor producción de aceite de oliva del estado californiano habló de la idoneidad que presenta la cosecha de aceitunas para el país. Englehardt indicó que “lo que realmente se interpone en el camino de la expansión (del cultivo del olivo en California) es un juego de batalla nivelado”.<br /><br />Mike Bradley hizo una dramática presentación de los envases de aceite de oliva que se encuentran en las tiendas con etiquetas que exhiben sorprendentes -y muchas veces ilegales- datos, lo que provocó miradas de incredulidad por parte de los senadores y los espectadores.<br /><br />Llegó un punto en el que el senador Berryhill aseguró estar en la reunión con “la información más interesante que he tenido nunca”. No cabía duda de que este subcomité agrícola de un estado que está empezando a producir aceite de oliva estaba realmente escuchando el drama y el engaño con los que esta industria ha tenido que lidiar durante siglos.<br /><br />También quedó en el aire la duda de que realmente fuesen a hacer algo al respecto. El senador Berryhill comparó la situación del sector oleícola con la industria de la uva en el estado y afirmó: “Lo que estamos haciendo hoy aquí es iniciar un proceso para tratar de llegar a algo que tenga sentido para todos” y dejó caer la posibilidad de crear una nueva orden de comercialización más estricta para la industria como un posible primer paso en el asunto.<br /><br />No fue tan fácil el turno de palabra de Bob Bauer, de la NAOOA, cuya organización representa a algunos de los importadores señalados con el dedo por otros ponentes de la sala. Esto fue una clara prueba para Bauer, quien soltó entre dientes un “también queremos forzar a los chicos malos a hacerlo bien” y hasta recordó la anécdota de haber visto una etiqueta con información ilegal en un supermercado y haber llamado en el momento al productor directamente, desde la tienda.<br /><br />Aunque, como era de esperar, Bauer resaltó que los nuevos métodos de ensayo empleados por el laboratorio de Flynn para identificar el aceite de oliva malo, conocidos como métodos PPP y pruebas DAG, fueron “rechazados por expertos mundiales en aceite de oliva”. Reivindicó las pruebas de degustación, donde paneles de expertos catadores certificados declaran si una muestra está libre de defectos o no, asegurando que son los aptos para la clasificación del aceite de oliva. Así, Bauer advirtió que crear una nueva orden de comercialización para la industria sería muy costoso y “perjudicial para la salud pública”, ya que haría el aceite de oliva menos asequible para los consumidores. <br /><br />La audiencia fue una importante muestra de las grandes líneas de batalla que se han trazado entre una industria joven que busca establecer las reglas y acabar con las ventajas que gozan los comerciantes responsables de aceites de oliva de baja calidad.<br /><br /><i>Para más información, pueden suscribirse a nuestro Newsletter Semanal impreso "Mercacei" y/o al Club Mercacei en el <a href="seccion/151/alta/">Club Mercacei.</a></i>