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Manuel Parras, presidente del CES de Jaén

'Abogo por apostar por una diversificación concéntrica en torno al olivar y la producción de aceite de oliva'

"Abogo por apostar por una diversificación concéntrica en torno al olivar y la producción de aceite de oliva"

jueves 25 de junio de 2015, 13:29h

Mercacei entrevista en exclusiva a Manuel Parras un mes después de su toma de posesión como presidente del Consejo Económico y Social de la provincia de Jaén (CES Provincial) para conocer cómo aborda esta nueva etapa profesional y cuál es su visión sobre el sector oleícola en la provincia.

- En primer lugar, coméntenos cómo aborda este nuevo reto profesional. ¿Qué objetivos se marca?

Estoy muy ilusionado con mi vuelta al Consejo Económico y Social de la provincia de Jaén. Hay varios motivos que me han impulsado a reencontrarme con el CES, a ellos hice alusión en mi discurso de toma de posesión. En primer lugar, por la confianza que me han transmitido los consejeros y consejeras del CES a quienes les agradezco su generosidad y, por supuesto, por la confianza del presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes Martínez.

En segundo lugar, por la compatibilidad del ejercicio de la responsabilidad de la Presidencia del CES con mi plena incorporación como profesor a la universidad. Quiero y deseo ser útil a la provincia de Jaén a través de la Presidencia del CES, pero también quiero ser útil a nuestra provincia y a la universidad recuperando, con la intensidad debida, mi tarea docente, investigadora, de transferencia, de divulgación científica, de dinamización cultural y de fomento del emprendimiento.

Y, en tercer lugar, por mi firme compromiso con el desarrollo socioeconómico de la provincia de Jaén. No soy una persona que mire hacia otro lado cuando hay dificultades y es mucho lo que tenemos que trabajar para el desarrollo y modernización de nuestro territorio. Dentro de mis limitaciones y buscando siempre el apoyo de los demás he procurado contribuir al progreso de Jaén. Por eso, ni puedo, ni debo, ni quiero quedar impasible ante la alta tasa de desempleo de nuestra provincia, sin duda el mayor lastre para nuestro avance socioeconómico, cuando, además, pienso que Jaén tiene oportunidades y fortalezas que debemos convertir en motores de desarrollo y, por consiguiente, en palancas de empleo y bienestar.

Finalmente, abordo el reto con ilusión y pasión porque sin ganas de aportar y trabajar nada es alcanzable. Quienes me conocen saben que me gusta inspirarme en la frase de Hegel que dice que “Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión”. Así pues, he regresado al CES con la misma ilusión o más del que comienza de nuevo por contribuir modestamente desde este órgano de consenso, de diálogo, de debate, de análisis y de reflexión; y con el conocido y demostrado compromiso de los consejeros y consejeras a la mejora de nuestro territorio, siendo éste el objetivo genérico que me propongo propiciar y conseguir.

Entrando más en detalle, como decía en el acto de toma de posesión, abriré un debate riguroso sobre el mejor modelo de crecimiento económico de nuestra provincia y sobre las estrategias necesarias para propiciar su transformación. Doy por hecho que nuestro patrón de crecimiento no es el más adecuado, pese al esfuerzo de la sociedad jiennense y de sus instituciones. No soy un iluso y sé que lo que acabo de decir ni es fácil ni se puede hacer de la noche a la mañana, pero cuanto antes iniciemos el camino antes lo recorreremos. Sé también que lo que estoy diciendo tiene algo de utopía pero yo estoy con Eduardo Galeano, el escritor uruguayo fallecido hace unos meses, cuando decía: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.


- Centrándonos en el sector oleícola, en relación al salto cualitativo en lo que tiene que ver con la olivicultura que ha experimentado Jaén en los últimos años, ¿qué factores considera que han sido determinantes en esta evolución?

Efectivamente la provincia de Jaén ha dado un salto enorme en calidad de aceites de oliva en los últimos años. Hoy podemos decir que en Jaén se obtienen una buena parte de los mejores vírgenes extra del mundo, como lo atestiguan los más prestigiosos concursos internacionales y los rankings sobre AOVE.

Por supuesto, no hay que olvidar el avance tecnológico, tanto en el cultivo como en la transformación. En el proceso de modernización productivo ha sido determinante, por un lado, las políticas públicas que han incentivado la modernización de almazaras y, por otro, el esfuerzo inversor de los olivareros. En la mejora del cultivo, sobre todo con la incorporación del regadío, ha sido clave la apuesta privada. Ello ha permitido aumentar mucho nuestra producción por la mejora productiva de las explotaciones jiennenses. Sin duda estos avances demuestran la orientación hacia la producción que domina la concepción de la oleicultura provincial.

En el ámbito de la calidad han sido el conocimiento y la profesionalización los pilares fundamentales. No hay más que ver el perfil y la formación de quienes trabajan en las almazaras que han apostado definitivamente por la calidad, afortunadamente cada día más, para constatar que el conocimiento, la profesionalización y el talento han sido los pilares del desarrollo. Esto, además, es una lección positiva para saber cuáles son los factores de éxito si queremos seguir avanzando en la comercialización más eficiente de nuestros aceites.

 

- Dada la importancia, tanto económica como social, del olivar para la provincia, ¿cree que hay vida más allá del olivar en Jaén?

Esta pregunta me permite hacer una incursión en el debate recurrente en nuestra tierra sobre la necesidad de diversificación de nuestra economía y si el olivar es más sombra que luz. Por supuesto que la diversificación siempre es positiva y deseable, pero creo que el olivar en Jaén es una bendición porque hay una buena parte de las tierras jiennenses donde sólo es posible este cultivo.

Además, ¿qué ganaríamos dejando de ser líderes mundiales en producción? La especialización territorial es buena porque nos da ventajas comparativas. ¿Acaso alguien plantea que Almería no debe seguir insistiendo en los cultivos bajo plástico? Lo he dicho muchas veces y lo repetiré una vez más, no es razonable que un territorio que es líder mundial en producción de algo se empeñe en dejar de serlo cuando el producto, como es el caso de los aceites de oliva, muestra unos niveles sobresalientes de incremento de la demanda en el mundo. Si hemos pasado, en los últimos 20 años, de consumir dos millones de toneladas a tres millones de toneladas, no podemos decir que el sector esté en crisis. Otra cosa es que Jaén no sea capaz de aprovechar vía renta y empleo esta tendencia creciente.

Yo abogo más por apostar por una diversificación concéntrica en torno al cultivo del olivar y a la producción de aceites de oliva, esto es, añadir nuevos negocios hasta ahora poco explotados como subproductos, oleicultura agroenergética, oleoturismo, nuevas industrias -cosmética, cárnicas, etc.-.

Por supuesto, hay que seguir apostando por una mayor presencia de los aceites provinciales en los mercados de envasado, bien a través de pequeñas empresas que siguen una estrategia de nicho de mercado, bien por empresas resultantes de acuerdos de cooperación o fusiones que les permitan estrategias basadas en volumen. Y todo ello pasa por tres pilares de desarrollo prioritarios: profesionalización, innovación basada en el conocimiento e internacionalización. Si fuésemos capaces de llenar Jaén de profesionales y profesiones en torno a la oleicultura, generando un ambiente de innovación, creatividad y talento, estoy seguro de que nadie se plantearía la necesidad de una diversificación productiva. No hay que cambiar de sector sino de modelo de gestión y de patrón de crecimiento en torno al mismo. 

 

- Por último, desde su punto de vista, ¿hacia dónde debe evolucionar el modelo productivo en Jaén?

Es evidente que necesitamos empresarios que creen empresas y consolidar las que tenemos. Sin empresas no hay empleo, esto es obvio. También necesitamos -y en esto creo que caminamos en buena dirección- un marco institucional provincial que propicie el nacimiento y crecimiento empresarial. A los buenos empresarios hay que ponerles alfombra roja.

Es decir, lo primero, empresas; lo segundo, qué tipo de empresas. Necesitamos dimensión y ganar musculatura porque las empresas de cierta dimensión son más proclives a la innovación, a la internacionalización, a apostar por la I+D+i. Es cierto que las pymes son esenciales y son nuestra seña de identidad como territorio, pero necesitamos 10-20 empresas tractoras del territorio y, sobre todo es necesaria cualificación profesional, innovación e internacionalización. El talento va dónde hay talento. Tenemos que promover un territorio que tenga atractivos para el talento y para las empresas.