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¿Quién quiere ser el primero en invertir en las empresas olivícolas que van a definir la sociedad del futuro?

¿Quién quiere ser el primero en invertir en las empresas olivícolas que van a definir la sociedad del futuro?

lunes 30 de septiembre de 2019, 11:42h

Publicamos un extracto de un artículo elaborado por Vicente J. Casanova, Corporate Project Manager de Agromillora Group para la revista Olint, en el que concluye que la inversión en agricultura eficiente no solo será imprescindible para la sostenibilidad mundial, sino que en los próximos años se consolidará como una de las tendencias más interesantes para los fondos de inversión.

En este artículo su autor afirma que la inversión en agricultura eficiente no sólo será imprescindible para la sostenibilidad mundial, sino que -debido a que los activos agrícolas son más tranquilos, seguros y diversificados, con menor grado de apalancamiento y menor volatilidad que los activos financieros tradicionales- en los próximos años se consolidará como una de las tendencias más interesante para los fondos de inversión buscadores de tendencias alternativas, siendo los cultivos en seto aquellos que liderarán las inversiones debido a su alta eficiencia, su producción temprana y su mecanización, que los llevará a alcanzar tasas de rentabilidad muy interesantes.

Invertir hoy en agricultura se configura como una apuesta segura para el futuro -en opinión de la Dra. en Agronomía Silvia Bures, Decana del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Catalunya-. Para alimentar una población creciente y con mayores exigencias será necesario recurrir a una agricultura muy tecnificada. Las técnicas tradicionales pronto quedarán obsoletas y deberán dar paso a nuevas tecnologías y sistemas de cultivo que han de permitir aumentar la producción optimizando unos recursos naturales cada vez más escasos, respetando un medio ambiente amenazado y ofreciendo productos necesariamente más saludables a los consumidores. Esta nueva agricultura requiere grandes inversiones y de un cambio en la mentalidad del agricultor, que deberá optimizar los recursos financieros y profesionalizar su actividad de acuerdo con unas nuevas necesidades tecnológicas, que incluyen la digitalización de los procesos productivos, pasando a ser un gestor de la producción de alimentos. El papel de los profesionales en esa nueva manera de cultivar o, en definitiva, de producir alimentos, es primordial. “Como decana del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Cataluña auguro a los ingenieros agrónomos un futuro brillante”, sentenciaba.

En los últimos años grupos internacionales de capital soberano están comprando empresas agrícolas en España. Estos fondos de capital están cambiando la geopolítica y quieren asegurar que sus poblaciones tengan suficientes alimentos seguros en el futuro en un escenario de crecimiento de la población mundial. En este escenario, España y Portugal cuentan con condiciones muy favorables para la producción agrícola eficiente.

Con todo, no hay que olvidar que: si para recoger los frutos de una inversión siempre hay que tener paciencia, en el sector agrícola con más motivo, ya que los resultados llegan a un más largo plazo. Y es precisamente ahí donde entran en juego los nuevos modelos de plantación en seto que, gracias a su elevada densidad de plantación y a la posibilidad de mecanización, reduce la entrada en producción a 2-3 años a la vez que aumenta la rentabilidad del cultivo. Este sistema, utilizado ya de manera solvente en olivos y almendros, se está extendiendo a otros cultivos por su elevada rentabilidad y su acelerado retorno de la inversión, y está siendo objeto de seguimiento por algunos fondos para establecer sus proyectos de explotación encaminados a obtener altas rentabilidades.

Atitlán fue uno de estos fondos que empleó este modelo para poner en marcha Elaia, el proyecto que inició con la envasadora lusa Sovena. Un proyecto agrícola que se consolida como el mayor olivar del mundo, superando ya las 15.000 hectáreas y los 76 millones en ventas (2017), y que, animado por las posibilidades que abre en materia de recursos hídricos el pantano de Alqueva, que riega con agua del Guadiana más de 100.000 hectáreas del sur de Portugal, proyecta seguir comprando fincas en Portugal y España pese al descenso de precios en el mercado. Otras compañías como Deoleo o Migasa, grandes envasadores, y productores como Acesur, Maeva, Dcoop u Olivar de Segura, estudiaron la compra de fincas olivareras por la zona de expansión del pantano, pero abandonaron al volver los precios a niveles medios.

Sin embargo, Elaia sigue creciendo y comprando fincas año tras año sin temor a las fluctuaciones en los precios y los patrones de consumo. Según sus gestores, la clave es encontrar fincas que se adapten al modelo: fincas con disponibilidad de agua, buena calidad de la tierra y en las que encaje un sistema de cultivo en seto mecanizable, que reduzca los costes y favorezca las altas rentabilidades y la entrada temprana en producción.

También Alboris Mancha puso en marcha un proyecto de olivar en seto financiado a través de la plataforma de inversión colectiva FelowFunders, en un intento de abrir la inversión en agricultura al inversor conservador gracias a los avances tecnológicos. Su socio Pablo Cuesta afirma que, debido a la posibilidad de aseguramiento, y de obtención de financiación para el proyecto, se puede defender un modelo de explotación en olivar o almendro con rentabilidades superiores al 10%, incluso en un momento de precios bajos del producto. También el enfoque a los nichos de mejor valor añadido, como puede ser la certificación ecológica ayuda mucho en estos proyectos de inversión.

Empiezan a despertar el interés de los gestores de activos de algunos fondos la última tendencia de inversión en agricultura: las plantaciones de almendro en seto y almendro autorradicado en secano, cuyos estudios de viabilidad están registrando rentabilidades importantes en condiciones de precio en las que un productor de almendras en California empezaría a perder dinero. Según José M. Lacarte, director comercial de Agromillora, con el precio de la almendra por debajo del umbral de rentabilidad californiano fijado en 3,80 euros, el modelo de almendro en seto todavía devuelve rentabilidades cercanas al 18-20%, además de posibilitar la incorporación de almendra ecológica con rentabilidades todavía superiores.