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Rafael Sánchez de Puerta: 'Confío en que a principios de 2020 dispongamos por fin de un mecanismo de autorregulación'

Rafael Sánchez de Puerta: "Confío en que a principios de 2020 dispongamos por fin de un mecanismo de autorregulación"

Por Cristina Revenga Palacios
martes 05 de noviembre de 2019, 10:00h

El presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, fue elegido el pasado mes de octubre presidente de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero. En una entrevista con Mercacei, Sánchez de Puerta repasa algunas de las principales líneas de trabajo sobre las que el Patrimonio está concentrando todos sus esfuerzos, así como la actual situación del sector del aceite de oliva.

En la actualidad, es también presidente del Grupo de Diálogo Civil de Frutas y Hortalizas, Aceite de Oliva y Aceitunas de la Comisión Europea, secretario de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español y director general de la cooperativa Dcoop. ¿Cómo afronta este nuevo cargo y cuáles son sus principales objetivos como presidente de este organismo?

Este nuevo cargo lo asumo con responsabilidad y con mucha ilusión porque creo que esta fundación necesitaba un nuevo impulso que ya ha comenzado con la nueva dirección en manos de Ricardo Domínguez. El Patrimonio es un foro único en el que está representado todo el sector y las administraciones de ámbito nacional y autonómico, y por tanto es el lugar idóneo para poner en marcha actuaciones de interés para todo el sector oleícola. Es una fundación muy importante porque, junto a la disponibilidad de una red de almacenes que permite retirar 400 millones de kilos de aceite, se dedica también a la promoción del aceite de oliva y a impulsar la investigación.

Nuestros principales objetivos son mejorar el sistema de almacenamiento y la defensa de la calidad del aceite de oliva.

¿Cuáles son las principales líneas de trabajo que está llevando a cabo la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero?

Actualmente estamos desarrollando un novedoso sistema de trazabilidad de la calidad del aceite de oliva, basado en la identificación de puntos críticos que deben ser controlados para garantizar la calidad del producto a lo largo de la cadena de suministro. Para ello estamos implantando sistemas de big data y blockchain que pondremos en breve en marcha mediante un proyecto piloto. Asimismo, apostamos firmemente por reforzar la calidad de nuestros aceites de oliva vírgenes extra y estamos trabajando en este sentido sobre un esquema de certificación de la calidad del producto. Queremos establecer unos criterios de mayor calidad para el aceite que los que ahora pide la normativa comunitaria y que nos sirva para dar una mayor imagen de calidad y seguridad.

La investigación relacionada con la salud y la innovación serán otros de los proyectos sobre los que trabajaremos en colaboración con la Interprofesional del Aceite de Oliva de España. También queremos que el Patrimonio sea un referente en el mundo del aceite y estamos trabajando para convertir su tienda, situada en el centro de Madrid, en un espacio abierto y experiencial para acercar al consumidor al aceite de oliva. También estamos realizando una remodelación de algunos de los almacenes.

¿Cómo valora la situación actual de bajos precios en el sector oleícola español?

Los olivareros llevamos demasiado tiempo sumidos en una crisis de rentabilidad que ni siquiera permite cubrir nuestros costes de producción. En un contexto como el actual, con serias amenazas comerciales en algunos de nuestros principales mercados, es necesario más si cabe contar con el respaldo de la Administración nacional y europea, defendiendo con firmeza los intereses de un sector de la importancia del aceite de oliva.

En este sentido, hemos pedido una revisión urgente de las normas de regulación del mercado porque las actuales no funcionan. Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España hemos solicitado que se revisen los mecanismos de regulación existentes y se permita, de una vez por todas, la autorregulación del sector. Una propuesta que presentamos el pasado mes de julio ante la Comisión Europea basada en el almacenamiento voluntario de un determinado volumen de producto.

¿Cómo se encuentran en la actualidad los trabajos relativos a la solicitud de autorregulación en el sector que permite a las cooperativas almacenar aceite de manera concertada?

Los trabajos avanzan, aunque bien es verdad que no al ritmo que desearíamos. La Comisión Europea, tras haber analizado nuestra propuesta, nos ha solicitado información adicional a la que pretendemos dar respuesta a la mayor brevedad.

En paralelo, el Ministerio de Agricultura está desarrollando un robusto modelo econométrico, que tomaremos como base científica, y cuyo objetivo es determinar el impacto que tendría el almacenamiento de un determinado volumen de aceite de oliva en los precios. Una vez este estudio esté concluido, podremos presentar nuevamente la propuesta a la Comisión Europea y quedaremos a la espera de obtener un dictamen favorable para contar con la mayor de las garantías en caso de que se dieran las circunstancias para la activación del mecanismo. Confiamos en que durante el inicio del próximo año dispongamos por fin de un mecanismo de autorregulación en el sector del aceite de oliva.

Somos conscientes que no es la medida más efectiva, al ser nuestras cooperativas las únicas que asumirán un sacrificio económico mientras que el beneficio redundará en el conjunto del sector. No obstante, ante situaciones críticas, en las que la rentabilidad de nuestros agricultores esté en serio riesgo, desde nuestra organización diseñaremos y pondremos en marcha cualquier iniciativa que persiga revertir esta situación.

¿Cómo valora y qué consecuencias cree que tendrá para el sector la imposición de aranceles al aceite de oliva de origen español por parte de EEUU?

Es un varapalo para el sector que en los últimos años ha realizado importantes inversiones en promoción en Estados Unidos y es uno de los principales destinos de nuestros aceites. Esta decisión además afectará al resto de mercados porque el aceite que deje de exportarse a Estados Unidos tendrá que hacerse un hueco en otros mercados.

Ahora lo que toca es presionar a la Administración española y a Bruselas para corregir la situación. La UE no puede permitir estos desajustes entre los Estados, esta decisión provocará una fuerte distorsión dentro de la Unión Europea, ya que los mismos productos de otros países quedan exentos del gravamen extra.