En este encuentro -al que asistieron España, Italia, Turquía, Eslovenia, Líbano, Túnez, Grecia y Montenegro-, además de los puntos preceptivos de aprobación de presupuestos, plan de actividades o convocatoria un año más del Premio al Mejor Olivo del Mediterráneo, se debatió sobre el sistema de etiquetado Nutri-Score adoptado por varios países europeos y que España tiene prevista su adopción el próximo año.
Para ello en la declaración se argumenta que los beneficios que los aceites de oliva vírgenes para la salud son bien conocidos y están documentado científicamente debido a su favorable composición de ácidos grasos (donde destacan los monoinsaturados) y su alto contenido en antioxidantes naturales (como son los polifenoles). Así, señala que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) autoriza la incorporación en el etiquetado de tres alegaciones saludables relativas a la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares, la disminución del estrés oxidativo y fuente de vitamina D.
Por ello, destaca que el sector del aceite de oliva está "extraordinariamente alarmado", ya que el Nutri-Score califica el aceite de oliva de forma absolutamente errónea, al clasificarlo con la categoría “C” (amarillo) y situarlo por tanto al mismo nivel que el aceite de colza o de nuez. "Esta clasificación es una desinformación consciente al consumidor europeo", añade.
En este sentido, Recomed solicita a las autoridades europeas que se modifique esta "errónea e injusta" calificación y que se asigne la clasificación “A” (verde oscuro) para los aceites de oliva vírgenes extra y aceites de oliva vírgenes y que también sea así para el resto de clasificaciones tipo FOLP de los demás países mediterráneos de esta entidad.
Todos los países han aprobado por unanimidad la declaración y acordaron enviarla a sus gobiernos, a las autoridades europeas y al organismo francés responsable del algoritmo Nutri-Score.
