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El consumo de aceite de oliva en España se ha incrementado en 0,4 litros por persona durante los últimos cinco años

El consumo de aceite de oliva en España se ha incrementado en 0,4 litros por persona durante los últimos cinco años

martes 04 de enero de 2022, 13:02h

Durante los últimos cinco años, el consumo de aceite de oliva se ha incrementado en 0,4 litros por persona en España, si bien el gasto se ha reducido en 4,6 euros per cápita. En el periodo 2016-2020, el consumo más elevado se produjo en el año 2020 debido al impacto de la pandemia del COVID-19 (8,9 litros), mientras que el mayor gasto tuvo lugar en el ejercicio 2016 (30,9 euros por consumidor).

Así se desprende del informe que la agencia estatal Mercasa elabora anualmente basándose en la información aportada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a través de los Paneles de Consumo Alimentario, que también señala que en la familia de aceite de oliva, la evolución del consumo per cápita durante el periodo 2016-2020 ha sido diferente para cada tipo de producto. Respecto a la demanda de 2016, el consumo de aceite de oliva virgen extra experimenta un aumento considerable, manteniéndose bastante estable durante los últimos años el de virgen, aunque con una elevación en el último año motivada por los efectos de la pandemia.

Durante el año 2020 los hogares españoles consumieron 412,7 millones de litros de aceite de oliva y gastaron 1.215,4 millones de euros en este producto. En términos per cápita, el consumo alcanzó 8,9 litros y el gasto ascendió a 26,3 euros.

El consumo más notable corresponde al aceite de oliva no virgen (4,6 litros por persona y año), seguido del aceite de oliva virgen (4,3 litros per cápita). En cuanto al gasto, el aceite de oliva virgen concentra el 48,3%, con un total de 14,6 euros por persona, mientras que el aceite de oliva no virgen supone el 51,7% restante con un total de 11,7 euros por persona.

En términos per cápita, el consumo de aceite de oliva durante 2020 presenta distintas particularidades. Así, los hogares de clase alta y media-alta son los que cuentan con el consumo más elevado, mientras que los de clase mediabaja presentan el consumo más reducido. Los hogares sin niños consumen más cantidad de aceite de oliva, mientras que los consumos más bajos se registran en los hogares con niños menores de seis años.

Asimismo, los hogares formados por una sola persona muestran los consumos más elevados de aceite de oliva, que se reducen a medida que aumenta el número de miembros en el hogar. Si atendemos a la tipología de hogares, se observan desviaciones positivas con respecto al consumo medio en el caso de retirados, adultos independientes y parejas adultas sin hijos, mientras que los consumos más bajos tienen lugar entre las parejas con hijos pequeños, las parejas jóvenes sin hijos, las parejas con hijos mayores, los jóvenes independientes y en los hogares monoparentales.

Según los datos de Mercasa, si la persona encargada de realizar la compra no trabaja, el consumo de aceite de oliva es superior. Del mismo modo, en los hogares donde la encargada de la compra es una persona de más de 65 años el consumo de aceite de oliva es más elevado, mientras que en aquellos donde la compra es realizada por una persona menor de 35 años la demanda es más reducida.

Por otra parte, los consumidores que residen en las grandes ciudades (municipios de más de 100.000 habitantes) cuentan con mayor consumo per cápita de aceite de oliva, mientras que los menores consumos se registran en los núcleos de población con censos de entre 2.000 y 10.000 habitantes.

Por Comunidades Autónomas, Galicia, Cantabria, País Vasco y Baleares concentran los mayores consumos, mientras que la demanda más reducida se localiza en Extremadura, la Región de Murcia, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.

Por último, y en lo que se refiere al lugar de compra, en 2020 los hogares recurrieron mayoritariamente a los supermercados (59,1% de cuota de mercado) y a los hipermercados (26,7%) para adquirir aceite de oliva, muy por delante del comercio electrónico (3,8%), los economatos y cooperativas (1,3%), los establecimientos especializados (1,3%) y el resto de formas comerciales, que acapararon el 7,8% restante.