A su juicio, la incidencia de la sequía en la próxima cosecha llega, además, en un momento crítico para los productores de aceite de oliva, sumamente afectados por el alza del precio de los suministros, como los abonos, fitosanitarios y el gasóleo, “que se encuentran disparados y subiendo progresivamente”.
De hecho, ha precisado que si se comparan los gastos de esta campaña con respecto a la situación de hace un año, el coste del gasóleo se ha incrementado, pasando de 56 céntimos el litro a 1,30 euros el litro. También ha indicado que el gasto en abonos es “muy considerable”, un 105% respecto al año anterior, pasando de unos 380 euros/t. a 780 euros/t.
La menor producción de aceite se basa también no sólo en que haya menos aceituna en el árbol, sino que, además, “esa aceituna tiene bloqueada su propia fábrica de aceite, y mientras no se den unas condiciones climáticas favorables no comenzará a producirlo con lo que podría llegar a las almazaras con mínimos rendimientos”, ha afirmado el presidente de Asaja-Córdoba.
Asimismo, la organización ha mostrado su preocupación no sólo por esta próxima cosecha 2022/23, sino también por la siguiente. “La mala situación en que van a encontrarse los olivos por la falta de agua hará que, de no tener un próximo otoño e invierno con precipitaciones más que suficientes, los árboles no sean capaces de cargar aceituna por su debilidad fisiológica”, ha afirmado.
