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Es un hecho: el verano es ya la estación más larga del año. Aunque de vosotros os extrañaréis pensando “si ya es otoño”, sin embargo la meteorología en nuestro país nos indica todo lo contrario. Los embalses están al 43% de capacidad, cuando suelen estar casi al 60% en esta época, y muchos ya han comenzado a restringir el riego.

Existen en el mundo pocos productos que sean tan literarios como el viejo árbol del olivo. Según las religiones abrahámicas, una vez que Adán supo que iba a morir, solicitó al Señor que le perdonara, como originariamente le prometió. Entonces, un ángel colocó en su boca tres semillas; tras ser sepultado, en el mismo lugar donde descansaron sus restos tomaron vida un cedro, un ciprés y un olivo.

El oxígeno ha dejado de pertenecernos. Ya no es un bien común. Ahora, el ser humano debe racionarlo, medirlo, conservarlo y dar cuenta de su uso. Nadie sabe en qué momento dejó de ser un derecho nuestro para convertirse en algo con valor comercial, pero ahora el oxígeno se certifica, sus altos niveles se celebran e incluso te premian si sabes condurarlo.

Probablemente sólo existe una frase que puede derrotar de inmediato a un cocinero: “Estoy pasando hambre”. Oirla debe de resultar irónica, hiriente, casi surrealista. Ni siquiera ellos, que se dedican a dar de comer, pueden evitar que esa frase se repita como un eco incesante alrededor del mundo.

Siempre hemos oído que el saber no ocupa lugar, sin embargo es una teoría totalmente falsa. Hoy en día todo ocupa lugar. ¡A quién no le ha aparecido un mensaje en la pantalla del iPhone informándole de que se ha excedido el límite de la capacidad de memoria del dispositivo! Medimos la información en unidades abstractas inventadas para los que vivimos en el siglo XXI. Megas, gigas, teras... todos conocemos los términos pero no controlamos al 100% su definición. Ocurre algo parecido con los euros y las pesetas. Sabemos que 500 euros son mucho dinero, pero si realmente fuésemos conscientes de que son 83.193 pesetas... entonces probablemente nos tomaríamos más en serio eso de ahorrar.

Suena un poco extraño, pero las bacterias nos cuidan. No todas ellas, como es lógico. Pero lo que sí es cierto es que sin algunas no podríamos vivir. Se podría decir que mantenemos con ellas una apasionada relación de esas denominadas “ni contigo ni sin ti”.

Charles Boycott era administrador de las fincas de un terrateniente irlandés en 1880 que, en plena hambruna, se negó a rebajar los arriendos que los famélicos jornaleros le pagaban. Ante esta situación sugirió una alternativa pacífica: que los jornaleros se negaran
a cosechar, los comercios a venderle comida y el cartero dejase de llevarle el correo. Tras varios días empleando este método de presión, el terrateniente acabó cediendo y, sin darse cuenta, los jornaleros iniciaron una silenciosa revolución que se conocería más tarde con el término boicot (boycot en inglés), en honor a Charles.

Si fuese por las revistas de tendencias, nos pasaríamos el verano comiendo aguacates y ensalada de quinoa mientras sorbemos -por supuesto metiendo tripa- un delicioso batido de acelgas y kiwi. Las portadas de estas publicaciones no hacen sino dejarnos claro que nuestro estilo de vida nunca es tan saludable como podría serlo. Siempre existe un pescado menos graso, una carne menos salada y un batido con más proteínas que el que nosotros queremos consumir.

María Molero, el alma del cortijo

Hoy en día todo es gastro. Gastrobar, gastroteca, gastrofestival... El elemento gastro, en origen, se empleaba específicamente para lo relacionado con el estómago (gastritis, gastrointestinal...); sin embargo, ahora en las noticias relacionadas con la gastronomía es cada vez más frecuente la aparición de gastro como elemento compositivo que sirve ya también para formar palabras que se refieren a la gastronomía y las artes culinarias, en especial cuando aluden a la degustación de comida, como gastroguía, gastroeconomía y gastroneta, entre otras.

Canta una voz femenina en un famoso fado portugués: Ai, que lindeza tamanha, meu chão, meu monte, meu vale, de folhas, flores, frutas de oiro, vê se vês terras de Espanha, areias de Portugal, olhar ceguinho de choro (Ay, qué belleza tal, mi suelo, mi monte, mi valle, mis hojas, flores, frutas doradas, mira si ves las tierras de España desde las arenas de Portugal, mira, ciego de tanto llanto).

Dice Antonio Escribano, médico responsable de las Federaciones Españolas de Baloncesto y Fútbol, que nuestro organismo no está intoxicado, sino sobrecargado. Hace estas declaraciones harto de las modas detox, más propagandísticas que beneficiosas para nuestra salud.

Eso cantaba la niñera más conocida del mundo: Mary Poppins. Bueno, eso exactamente no, pero más o menos. No le quedaba más remedio que recurrir a las metáforas para que los juguetones niños a los que cuidaba realizasen sus tareas. La pegadiza canción -un clásico de todos los niños de los 80’s- venía a decir que cualquier obligación podía ser divertida si se endulzaba un poquito. “Con un poco de azúcar esa píldora que os dan, la píldora que os dan... pasará mejor”, canturreaba la niñera del bolso infinito que volaba con su paraguas. Sí amigos, Disney derrochaba imaginación por aquel entonces.

En el año 2045 seremos inmortales. El planteamiento, a simple vista, parece de ciencia ficción, pero los expertos juran y perjuran que será una realidad. De hecho, el multimillonario ruso Dmitry Itskov ha llegado a afirmar que está seguro al 100% de que en los próximos 30 años todos podremos vivir para siempre.

Que el AOVE tiene innumerables beneficios para la salud lo sabíamos de sobra, aunque hasta ahora creíamos que sólo cumplían su función una vez que ingeríamos este alimento. Pero la mente va más allá y tiene la capacidad de recrear situaciones y sensaciones que nos hacen mejorar física y anímicamente. No, no estamos hablando de realidad virtual, aunque podríamos hacerlo. No olvidemos que, gracias a Picualia Virtual Reality (VR), podemos recolectar aceitunas cualquier día y a cualquier hora sin movernos del salón. Pero esa es otra historia.

Sí amigos, nos encontramos en esa época. Las hay para todos los gustos: la de la alcachofa, la macrobiótica, la anti-gluten, la orgánica... Si pensábamos que lo habíamos visto todo en dietas, estábamos equivocados por completo. Ahora resulta que se puede adelgazar gracias al AOVE.

El color rojo está de moda. Es primario, animal, pasional, enérgico. Es un color muy intenso a nivel emocional con una gran visibilidad. De hecho, en el neuromarketing se dice que este color eleva el ritmo cardíaco, por lo que su impacto es mayor en la mente del consumidor, invitando a la acción e incluso abriendo el apetito. Marcas como McDonald’s o Coca-Cola lo saben y por ello han diseñado sus logos con este tono.

Isidro nació a finales del siglo XI. Él todavía no lo sabía, pero en el futuro su nacimiento sería recordado y festejado. Sobre la figura del patrón de Madrid se han narrado muchas historias. La más conocida de ellas es la que habla de un hombre muy piadoso que a menudo soportaba las burlas de sus vecinos porque acudía a diario a la iglesia antes de labrar el campo. Sus compañeros, indignados por que Isidro llegase algunos minutos tarde al trabajo, lo denunciaron al patrón por holgazán. Éste quiso comprobar por sí mismo qué hacía realmente su empleado para llegar tarde, y un buen día se escondió tras unos matorrales situados a medio camino entre la iglesia y el campo. Al verle salir después de su oración temprana, Juan de Vargas -así se llamaba el patrón- le recriminó duramente su actitud y le acompañó a la finca. Cuando llegaron, el patrón se quedó estupefacto al observar que los bueyes estaban arando ellos solos la parte que le correspondía al buen Isidro. Así fue como Juan de Vargas entendió que aquel hecho sólo podía deberse a un prodigio del cielo.

Que si no a la palma, no al gluten, no a los azúcares añadidos... ¿Pero qué pasa con la aceitera? No nos creeríamos en serio que con una norma que regulase los envases irrellenables del aceite de oliva en el canal Horeca era suficiente, ¿verdad?

En 2017 seremos el doble. No, no estamos hablando de la clonación (aunque ¿quién sabe?), sino de turismo. Este sector prevé para 2017 la llegada de más turistas, precios hoteleros más altos y mejoras en los servicios que se ofrecen. De hecho, siete de cada diez directivos (en concreto, un 67%) del ramo esperan un crecimiento superior al del último año, según una encuesta realizada por la consultora Deloitte.