No es una plaza cualquiera. Es la flamante nueva Plaza de España de Madrid. El Ayuntamiento de la capital reabrió la semana pasada el céntrico enclave, tras dos años de obras -¡y 70 millones de euros de inversión!-, que conecta la Casa de Campo con Madrid Río y el Templo de Debod. Y adivinen... han castigado a sus majestuosos olivos de cara a la pared. Los mismos que llevaban escoltando desde 1969 a Don Quijote y a Sancho Panza en su mítica estatua de la fuente central.