Según sus organizadores, ya cuentan con un centenar de inscritos (¿?). Eso sí que es hacer planes random, como dirían ahora los jóvenes. Un año y medio organizando un evento que se vende como un lugar que congregará a los principales ponentes a nivel mundial en cada materia, generando conocimiento sobre las novedades e innovaciones existentes en cada eslabón de la cadena de valor, y en su página web sólo aparecen cifras. Pero no corresponden al número de ponentes o de ponencias que se desarrollarán -si es que lo hacen-, sino que hablamos de euros. Se trata de un mercadillo con todo tipo de formatos y precios -algunos ascienden a 25.000 euros- para patrocinar un congreso vacío. Vacío en cuanto a contenidos, porque su comité de honor está presuntamente presidido por algunas de las personalidades más importantes de nuestro país y el resto de comités -son unos cuantos- ya contienen más nombres que futuros asistentes al congreso -¡en su presentación aseguraron que llegarían a los 250!-. Es decir, semejante despliegue para 250 asistentes.
Esos nombres han debido de dar alas al organizador de este evento -no vinculado expresamente a nuestro sector- para monetizar hasta los asientos. En este evento en el que se puede hasta “comprar” una ponencia de 2 minutos, no se perdona a nadie. Aquí se viene a pagar, perdón, a aprender. De hecho, los estudiantes también pueden acudir, ya que cuentan con una mención especial en el apartado de inscripciones. Sólo les cuesta 205,70 euros -sin cena, claro-. Y no existe la posibilidad de ser estudiante y asistir a la cena de gala, así que... ¡qué se vayan al McDonald’s -por aquello de que después de desembolsar más de 200 euros no les quedará mucho cash para cenar-!
Se me olvidaba, también se pueden patrocinar los bolígrafos que se repartirán en las conferencias. Digo yo que para tomar apuntes en el interesantísimo programa en blanco que consta a día de hoy.
Lo más curioso -o grave- del tema es que este evento ya cuenta con varios patrocinadores institucionales, que han apoyado con cifras de cinco dígitos un evento carente de contenidos que, además, cobra a los asistentes -250, recordemos- más de 400 euros por un programa sorpresa y una cena de gala entendemos igual de sorprendente.
En Mercacei siempre hemos pensado que deberían existir muchos, muchísimos, eventos, congresos y actividades más para formar e informar al sector y al consumidor. Pero no para monetizar y lucrarse hasta de los estudiantes, hombre, que son los consumidores del futuro.
¡Y luego dicen que el aceite es caro! El aceite no, pero algunos eventos... son caros y nos salen caros.