¿Cuáles son los productos o líneas más demandadas por el sector agroalimentario en España?
Los productos que más demandan los más de 400.000 clientes del sector agroalimentario con los que contamos en España son los préstamos para la adquisición de fincas y su posterior transformación en cultivos de alto valor, como el olivar, el almendro o el pistacho, así como la inversión en nuevas variedades genéticas en semillas de cereal, nuevas tecnologías que mejoren la rentabilidad y competitividad del sector, junto con las líneas de financiación a corto plazo, los créditos campaña y la financiación de insumos, anticipos de subvenciones o anticipos PAC.
¿Qué soluciones de financiación reclaman principalmente los olivareros y empresas oleícolas?
Apuestan sobre todo por reforzar su inversión en I+D+i, con nueva maquinaria que incluye GPS, sensores en campo para conocer el estado de humedad del suelo o las necesidades hídricas, así como por la investigación en nuevas variedades de planta que se adaptan al cambio climático con el fin de que las explotaciones sean más eficientes, rentables y competitivas.
¿Cómo apoya Santander la actual reestructuración y reconversión de las explotaciones olivareras?
Contamos con varias líneas de financiación, entre ellas el Fondo Agro Smart que lanzamos en 2022. Se trata de una nueva vía de financiación estratégica para empresas que quieren ampliar sus inversiones y acometer nuevos proyectos de crecimiento, transformación de fincas, digitalización y creación de empleo. Dotado con 400 millones de euros, el fondo ofrece financiación a largo plazo a través de instrumentos de deuda y estructuras flexibles adaptadas a las necesidades de cada empresa, lo que sirve para reforzar la solvencia de estas empresas e impulsar su desarrollo para que ganen dimensión y competitividad. Además, contamos con la financiación tradicional donde tasamos el suelo y el vuelo de la transformación, haciendo disposiciones parciales, conforme va avanzando la ejecución del proyecto. En definitiva, para Banco Santander cada proyecto es único y diseñamos una financiación a medida con el fin de acompañar a nuestros clientes en su crecimiento.
¿Cómo afecta la irrupción de los fondos de inversión y las family offices al sector oleícola?
Se trata de una oportunidad de crecimiento muy buena para el sector. Están haciendo una buena labor para revitalizar nuestras tierras, ya que muchas de ellas se quedarían seguramente sin cultivar al estar en riesgo de abandono, así que no hay que verlos como competencia sino complementarios e incluso, en algunos casos, se pueden encontrar sinergias con productores de la zona. Cuanto más grandes seamos mayor capacidad de gestión para generar mayor rentabilidad.
De hecho, el año pasado firmamos un acuerdo con Atitlan para la creación de Atgro, una plataforma de inversión global dedicada al desarrollo de proyectos agrícolas. La plataforma arranca con una aportación de 200 millones de euros del banco y de otros 50 millones por parte de Atitlan, dando entrada a inversores para alcanzar un tamaño objetivo superior a 500 millones. Esta alianza entre Santander y Atitlan refleja la apuesta a largo plazo por el sector agroalimentario en pleno proceso de transformación y donde nuevos retos como el cambio climático, la demografía o la evolución de los hábitos de consumo están impulsando el cambio hacia un modelo de producción más escalable y sostenible.
¿Cómo posibilita la entidad bancaria la transformación digital del sector?
Desde Banco Santander impulsamos la inversión en innovación y en digitalización porque es clave para el desarrollo del sector agroalimentario español. Tenemos líneas específicas de financiación para que nuestros clientes puedan acometer las inversiones necesarias para así contar con datos que les ayuden a la toma de decisiones. Recientemente, hemos firmado un acuerdo de colaboración con VisualNacert, empresa de referencia en el sector que pone a disposición de las empresas agroalimentarias, agricultores y ganaderos, diferentes herramientas como análisis de fotos satelitales para ver el estado de la tierra, necesidades hídricas, de fertilización… Además, nos gusta realizar jornadas de transferencia del conocimiento para dar a conocer las ventajas de invertir en I+D+i para el desarrollo del sector agroalimentario.
En el actual contexto geopolítico (aranceles, conflictos…). ¿Qué soluciones ofrece Santander a las empresas del sector agroalimentario, entre ellas productoras de aceite de oliva, a impulsar sus negocios en los mercados internacionales?
El pasado año, Santander avanzó en su estrategia de ofrecer a clientes de todo el mundo servicios y productos más globales con la puesta en marcha de la nueva unidad Santander Multinacionales, orientada a las empresas que quieren ampliar el negocio fuera de su país de origen, con un servicio y asesoramiento propio de banca corporativa. Santander Multinacionales les ofrece no sólo todos los servicios financieros y de pagos, sino también asesoría y acompañamiento en el día a día, gracias a su conocimiento de los distintos mercados. Otro de los servicios con los que el banco ha seguido potenciando las capacidades digitales de las empresas es Cash Nexus, una solución para la gestión de tesorería dirigida a empresas con presencia internacional, que les ofrece una visión unificada de sus filiales en el mundo.
¿Cómo ve el sector en los próximos años?
Tenemos un sector agroalimentario muy fuerte, de referencia a nivel mundial y con muchísimo futuro. En este sentido, tenemos muy claro nuestro papel de catalizador de la economía y seguiremos apoyándolo y dedicando gran parte del esfuerzo de nuestros especialistas a todos los intervinientes de la cadena de valor del sector agroalimentario español.