El consumo de aceite de oliva sigue cayendo en el mayor país productor del mundo, en contraste con el aceite de girasol, cuyo consumo repuntó en 2017 (+21,1%). Son los datos que desprende el informe anual del Consumo Alimentario en España 2017, presentado el martes por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
Dicho informe recoge los datos de consumo y gasto doméstico de los españoles en alimentación y bebidas el año pasado, incluyéndose este año información detallada sobre el consumo fuera del hogar.
Así, el gasto total de los hogares españoles en alimentación ascendió a 67.490,78 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,6% respecto al año anterior (2016).
El estudio anual también concluye que el principal canal de compra elegido por las familias es el supermercado, detectándose un importante incremento del comercio electrónico aunque representa aún el 1,2%.
Asimismo, según el panel de usos de los alimentos, se constatan cambios como la irrupción del desayuno salado.
Por otra parte, se ha producido una reducción en un 9,9% el desperdicio de alimentos desde 2014; aunque, aun así, se tiraron a la basura 1.229 millones de kg. de alimentos, lo que supone una media de 23,6 millones de kg. semanales.