El pasado año el incremento de valor más importante en el comercio exterior español lo experimentaron los aceites y grasas (25%). Este grupo de productos destacó por el aumento tanto en las exportaciones (16,3%) como en las importaciones (27,2%). Y la causa de esta evolución residió en el aceite de oliva, como motor de exportación. Así lo recoge el Informe Anual de Comercio Exterior Agroalimentario 2017 publicado recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Con respecto a su evolución, el documento revela que las exportaciones, en valor, en el período 2008-2017, registraron un aumento del 88,9%, mientras que las importaciones lo hicieron en un porcentaje muy superior: 142,3%. Para los volúmenes de exportación los incrementos fueron un poco menos acusados, de hecho sólo fueron del 59,6%, alcanzando las 2.190.581 t. Por el contrario, para los volúmenes de importación el aumento fue del 175,1% hasta llegar a las 3.573.088 t.
Las exportaciones tienen como destino prioritario la Unión Europea, puesto que éste área supone el 61% del valor de las mismas. Sin embargo, las importaciones proceden mayoritariamente de países terceros, ya que a este origen corresponde el 73% del valor de las mismas.
El aceite de oliva, el rey
En cuanto al subgrupo de los aceites de oliva, éste presentó un buen comportamiento exportador tanto en valor como en volumen, representando el 80% de las exportaciones y el 15% de las importaciones del total del grupo.
El valor de la exportación en el período 2013-2017 creció globalmente en un 85,7%, con aumentos constantes, salvo en el año 2015. En el año 2017 se logró un nuevo récord de exportación, fijado en 3.931,32 millones de euros, que supuso una subida del 18,6% con respecto al año 2016.
Con respecto a volúmenes, el aumento de las exportaciones fue más discreto, un 36,3%, con respecto a las 765.686 t. de 2013 y un 1,0%, con respecto a las 1.032.850 t. de 2016.