El estudio analizó la relación entre la adherencia a la Dieta Mediterránea y la incidencia de cánceres relacionados con la obesidad, adenocarcinoma de esófago, cáncer de mama en mujeres tras la menopausia, cáncer colorrectal, cáncer de útero y de ovario, cáncer de vesícula, algunos cánceres de estómago, cáncer de páncreas y tiroides y meningioma. Se evaluó la dieta de los participantes a través de cuestionarios validados, asignando una puntuación de 0 a 9 según su nivel de seguimiento de la Dieta Mediterránea.
Los resultados mostraron que los voluntarios con un alto grado de adecuación al patrón mediterráneo clásico (7-9 puntos) tenían un menor riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer en comparación con aquellos con una baja conformidad con la Dieta Mediterránea (0-3 puntos). “Uno de los hallazgos más relevantes es que la reducción del riesgo de cáncer no está mediada por el índice de masa corporal (IMC) ni por la relación cintura-cadera, lo que sugiere que los efectos protectores de la dieta mediterránea van más allá de la simple regulación del peso”, ha explicado Aguilera Buenosvinos.
En este sentido, para la doctora Estefanía Toledo, adscrita también a CIBERobn -el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Instituto de Salud Carlos III- y a IdiSNA, la evidencia aportada por la investigación incide en los beneficios del patrón mediterráneo. "Estos resultados refuerzan la idea de que la dieta mediterránea puede contribuir a la prevención del cáncer a través de mecanismos adicionales, posiblemente relacionados con su efecto antiinflamatorio y su riqueza en antioxidantes, entre otros", ha precisado.
Dado que la obesidad sigue siendo un factor de riesgo importante para diversas enfermedades crónicas, los investigadores destacan la importancia de fomentar la Dieta Mediterránea como estrategia de prevención. "Este estudio pone de manifiesto la necesidad de promover patrones de alimentación saludables en la población general", ha remarcado Aguilera Buenosvinos.
De ahí que la investigación, realizada con el apoyo de la International Agency for Research on Cancer y diversas instituciones de investigación europeas, subraye la relevancia de seguir explorando los mecanismos biológicos que expliquen los beneficios de la Dieta Mediterránea en la reducción del riesgo de cáncer.