Recientemente, a raíz del proyecto europeo Handywater el IVIA, en colaboración con la Cooperativa de Viver, confirmó la viabilidad de esta técnica en la parcela de olivar intensivo "Serrana de Espadán". La aplicación de una dosis del 50% durante la fase II del crecimiento del fruto, permitió un ahorro de agua de un 25 % sin reducir la producción de aceituna y aceite, y con una mejora de la calidad organoléptica del aceite.
Con anterioridad, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias ya había llevado a cabo diversos ensayos en la Comunidad Valenciana que han permitido acotar los requerimientos hídricos del olivo en sistema de alta densidad.
Entre los años 2014-2019, se realizó un estudio de manejo del riego en olivar superintensivo en una parcela de arbequina situada en el municipio alicantino de Villena. Se evaluaron cuatro estrategias de riego con diferentes dotaciones hídricas y los resultados indicaron que la horquilla de 3.500-2.500 m3 por hectárea, y no más, optimizan la productividad técnica del agua en términos de aceite, lo que representa una alternativa viable ante futuras situaciones de escasez de recursos hídricos.
El IVIA ha precisado que un olivar tradicional en regadío puede requerir dotaciones de riego que ronden los 2.500-3.000 m³ por hectárea, mientras que un olivar en intensivo puede llegar a demandar dotaciones de 5.000 m3. En este contexto, a su juicio, el riego deficitario controlado se presenta como una estrategia eficaz para optimizar el uso del agua sin comprometer la rentabilidad del cultivo.