Así lo manifestó el ministro en Sevilla en la firma del convenio de colaboración entre el ministerio, la Junta de Andalucía y la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa).
“Este convenio garantiza la colaboración técnica y financiera entre las tres administraciones y permitirá incorporar los fondos europeos de desarrollo rural (Feader) destinados a Andalucía para avanzar de forma más eficaz en la modernización de regadíos en esta comunidad autónoma”, explicó Luis Planas.
Una colaboración entre administraciones gracias a la cual, según Planas, “se podrán llevar a cabo más actuaciones, beneficiar a más regantes y aprovechar de forma óptima los fondos europeos”. De hecho, el convenio, de cuatro años de duración, reduce la aportación que tienen que hacer los regantes que pasa del 50 al 30% y la aportación de Seiasa, que pasa del 50 al 20%, "lo que permitirá avanzar en más obras en Andalucía".
Luis Planas agradeció el trabajo de los regantes y los agricultores para garantizar el futuro del regadío. “Hasta ahora hemos conseguido hacer muy buen uso del agua”, reconoció el ministro, quien espera “seguir trabajando juntos para que nuestro sector agroalimentario avance y continúe produciendo alimentos de calidad, en cantidad y a un precio razonable”.
Plan de modernización de regadíos en Andalucía
Seiasa tiene encomendadas actualmente cuatro obras de modernización de regadíos en Andalucía: en la comunidad de regantes del Genil entre Córdoba y Sevilla; en Cuevas del Campo, en Granada; en la comunidad de reganes del bajo Guadalquivir, en Sevilla; y en Jaén, en el pantano del Rumblar.
Además, con el nuevo convenio se podrán beneficiar otras obras en la comunidad de regantes Los Barrancos de Sierra Nevada en Abla y Abrucena, en Almería; la comunidad de regantes de Motril, en Granada; o la continuidad de las obras en otras fases del bajo Guadalquivir en Sevilla.
Todas estas actuaciones de modernización tienen como prioridad el ahorro de agua y energía y la introducción de tecnologías de la información y la comunicación en la gestión del riego, así como apostar por una agricultura más moderna, sostenible y competitiva, "claves para el desarrollo socioeconómico del medio rural y asegurar el relevo generacional", según el MAPA.