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La Dieta Mediterránea, una gran aliada en verano para preservar la salud cerebral y proteger la función cognitiva

Miércoles 23 de julio de 2025
Con motivo del Día Mundial del Cerebro, celebrado ayer, y ante los cambios de hábitos alimentarios que suelen producirse en verano, expertos de Vithas advierten de que el cerebro también necesita cuidados desde el plato. Las altas temperaturas, la pérdida de rutinas y el aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, fritos o bebidas azucaradas pueden afectar negativamente tanto al cuerpo como al funcionamiento del cerebro.

Los profesionales de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas integrado en el Instituto de Neurociencias Vithas y con centros en Vithas Valencia Consuelo y Vithas Aguas Vivas, han insistido en la importancia de mantener una alimentación equilibrada durante todo el año, señalando a la Dieta Mediterránea como una gran aliada para preservar la salud cerebral y proteger la función cognitiva.

María López, nutricionista de esta unidad de neurorrehabilitación en ambos hospitales, destaca que “la Dieta Mediterránea es mucho más que una serie de alimentos, es un estilo de vida. La evidencia científica respalda que una buena nutrición, junto a hábitos saludables como el ejercicio y las relaciones sociales, favorece una reserva cognitiva duradera”.

Entre los alimentos esenciales para el cerebro, López ha destacado el pescado azul, como el salmón y las sardinas; los frutos secos y las semillas, especialmente las nueces y el lino; y las verduras de hoja verde, como las espinacas y el brócoli. Según ha explicado, estos ingredientes, característicos de la Dieta Mediterránea, son ricos en antioxidantes y ácidos grasos esenciales, lo que les permite reducir el estrés oxidativo y combatir la inflamación, dos procesos clave en el envejecimiento cerebral.

“En verano, una forma sencilla de incorporarlos es a través de platos frescos y ligeros como ensaladas completas, cremas frías o pescados a la plancha acompañados de verduras. El consumo regular de estos alimentos, junto con la fibra de los cereales integrales y el aceite de oliva virgen extra, ayuda a estabilizar la glucosa y promueve la salud de las células cerebrales, lo que contribuye a una mejor calidad de vida en edades avanzadas”, ha añadido.

En este sentido, la doctora Belén Moliner, directora médica de Irenea, ha subrayado que, tras un daño cerebral, la alimentación se convierte en una piedra angular del proceso de recuperación. “Es fundamental establecer una dieta segura y adaptada, especialmente ante posibles dificultades de deglución. Incorporar progresivamente alimentos ricos en nutrientes y equilibrar proteínas, fibra y grasas saludables no solo previene la malnutrición, sino que favorece la recuperación funcional y mejora el pronóstico general”, ha resaltado.

Moliner ha remarcado también la importancia de adaptar esta dieta en pacientes con enfermedades neurológicas, modificando la textura y presentación de los alimentos para adecuarlos a cada caso sin renunciar al valor nutricional.

Finalmente, estas profesionales de Vithas recuerdan que, durante el verano, el cerebro tiende a asociar el disfrute con comidas rápidas, fritos o un mayor consumo de alcohol. Por ello, han insistido en la importancia de reeducar esta percepción y recordar que también en esta época existen alternativas saludables que pueden ofrecer el mismo placer, al tiempo que cuidan la salud cerebral.

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