Esta medida responde a la necesidad de reforzar los controles ante el aumento del valor del aceite de oliva y los robos que se producen en las cosechas, protegiendo de este modo a los agricultores, según ha informado el Gobierno regional.
Los titulares de explotaciones oleícolas deberán estar inscritos en el Sistema de Información de Explotaciones Agrarias (SIEX) y registrar entradas y salidas de las aceitunas. Así, ante cualquier incidencia, se podrá identificar su procedencia y determinar responsabilidades.
El proyecto, sometido a consulta pública del 3 al 23 de octubre pasado, no ha recibido ninguna alegación ni observación, por lo que continúa su tramitación. La Comunidad de Madrid prevé que esté aprobado antes de la próxima campaña 2026/27, "y que sea un instrumento de utilidad para velar por la propiedad de los frutos, además de fomentar el consumo de este alimento, básico para una dieta saludable".
La región ha aumentado la superficie destinada al olivar en un 1,8% desde 2019, pasando de 29.425 hectáreas en 2019 a 29.959 hectáreas en 2024. De ellas, 20.000 hectáreas se destinan a la Denominación de Origen Protegida Aceite de Madrid que, en poco más de dos años de historia, ya ha conseguido aglutinar 13 marcas y 13 almazaras.
Este martes comenzó la campaña oleícola 2025/26, que pondrá en el mercado nuevos productos avalados por la DOP y cuya calidad se espera que sea "muy alta", gracias al buen estado de salud de la aceituna. En la anterior campaña 2024/25 se produjeron 34.000 litros de aceite (casi 110% más que en la primera, con 16.204 litros).
La Comunidad ha resaltado que la DOP Aceite de Madrid, reconocida en abril de 2023 por la Unión Europea, ha obtenido ya 18 premios internacionales, en Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia, Israel, China y Japón. "Su buen sabor y propiedades proceden de la combinación de diferentes variedades cuidadosamente estudiadas en el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA)", ha concluido.