El aceite de oliva, junto al de girasol, es considerado por los consumidores de Nueva Zelanda como uno de los mejores para cocinar, debido a su bajo contenido en grasas monoinsaturadas. Además, la popularidad del AOVE está aumentando por el incremento de la notoriedad de sus beneficios para la salud, por lo que sus ventas han subido notablemente en los últimos cinco años, según un estudio de ICEX España Exportación e Inversiones.
El aceite de oliva es el principal tipo de aceite que se consume en Nueva Zelanda, con unas ventas en 2019 de 60,8 millones NZD (3.470 toneladas), es decir, un 51,6% del total del aceite consumido en valor y un 40,9% en volumen.
La producción local cubre solo una pequeña parte de la demanda, con una producción anual de 200.000-400.000 litros (alrededor del 10% del consumo). Actualmente, existen más de 300 olivares productivos en Nueva Zelanda, que abarcan más de 2.000 hectáreas de terreno. La media de los olivares en el país es entre 500 y 1.000 árboles, habiendo solo cinco de gran tamaño en Auckland (40.300 árboles), Marlborough (5.117 árboles), Nelson (9000 árboles) y Hawke’s Bay (17.198 y 27.541 árboles).
La mayoría de los olivares operan su propia marca (principalmente de AOVE) y venden directamente sus productos al consumidor o restaurantes y, también, a través de tiendas gourmet.
Solo una docena de marcas locales han penetrado el sector de los supermercados e, incluso, las grandes marcas dependen en ocasiones de otros olivares para poder cubrir la demanda de su producto.
ICEX destaca que, puesto que la producción local no suple la demanda, Nueva Zelanda importa gran parte del aceite de oliva que consume.
El principal país de procedencia del aceite de oliva en Nueva Zelanda es España, con un casi 40% del total de las importaciones, seguida de Italia, Túnez, Grecia y Australia. Cabe destacar que España es el principal exportador de aceite de oliva no virgen, ya que en la categoría de aceite de oliva virgen quedaría en cuarta posición tras Italia, Túnez y Australia, con unas importaciones valoradas en casi 3 millones NZD.
En cuanto a la distribución, el 86,3% de los aceites comestibles se venden en supermercados, seguido por el 7,9% de las ventas que se hacen en tiendas especializadas y 2,7% en pequeñas tiendas independientes. ICEX subraya que el canal on line que, aunque solo cuenta con una cuota del 1,1%, está aumentando su peso relativo.
El estudio señala que se espera que en los próximos años la producción neozelandesa aumente, ya que la asociación Olives New Zealand, junto al Ministerio de Industrias Primarias (MPI), han llevado a cabo diferentes pruebas y proyectos que han aumentado el rendimiento de los olivares en 2019, reduciendo la aparición de enfermedades en los cultivos y mejorando la poda. “Dado que las condiciones climáticas en Nueva Zelanda son diferentes a su entorno mediterráneo nativo, este éxito temprano podría impulsar la oferta del mercado local de aceite de oliva, lo que supondría una amenaza para las empresas importadoras”, añade.