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Rentabilidad, sostenibilidad y biodiversidad, ejes de la 30ª Jornada de Olivar de Asaja-Sevilla

Jueves 26 de junio de 2025
La marcha de la campaña de comercialización de aceite de oliva y las aportaciones del olivar al secuestro de carbono y al mantenimiento de la biodiversidad fueron los ejes sobre los que se articuló la 30ª Jornada de Olivar de Asaja-Sevilla celebrada en el salón de actos de Oleoestepa el pasado 24 de junio.

Bajo el lema “Mejorando la rentabilidad y competitividad del sector del olivar mediante la innovación”, la jornada reunió a más de 200 olivareros representantes institucionales, investigadores, técnicos y cooperativas para presentar los resultados de los proyectos C-Olivar e Indibio-Olivar, debatir sobre la incidencia de las plagas y las estrategias para combatirlas y analizar la marcha de la campaña de comercialización de aceite de oliva, “que está funcionando muy bien en cuanto a volúmenes, pero no así en cuanto a precios”.

Durante la inauguración, el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Junta de Andalucía, Manuel Gómez Galera, destacó que la Producción Integrada llegó ayer al Pleno de Parlamento de Andalucía “gracias -entre otros motivos- al impulso de Asaja que, durante el periodo de tramitación del proyecto de ley de impulso y promoción de la producción ecológica y otras producciones agrarias certificadas en Andalucía, mantuvo en todo momento que la Producción Integrada debía estar de pleno derecho en esta Ley”.

En su intervención, Galera puso el acento en la importancia que tiene la producción integrada para Andalucía y, en concreto, para el sector del olivar, en el que estas prácticas están ampliamente difundidas y desarrolladas y permiten no sólo mejorar la calidad de los aceites de oliva, sino también contribuir a controlar las plagas, tal como ha podido comprobar la Junta de Andalucía en sus visitas y conteos en campo, en las que las explotaciones acogidas a este modelo, presentan un nivel de daño menor.

Sobre este asunto de las plagas incidieron el jefe de Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Rafael Sánchez Trujillo y el responsable del Departamento de Entomología del laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén, Manuel Ruíz Torres, que expusieron los resultados de la estrategia de manejo del olivar para combatir la polilla del olivo, una de las plagas que más daños y más pérdidas está provocando a los olivareros en la presente campaña.

Tal y como apuntó Sánchez Trujillo, para combatir esta y otras plagas “será clave conocer la fauna auxiliar autóctona en el olivar para recuperar el equilibrio, algo que será más fácil en comarcas como la de Estepa, acogidas a la producción integrada y con cubiertas vegetales”.

Rentabilidad, sostenibilidad y biodiversidad en el olivar

A este mayor conocimiento de la fauna auxiliar autóctona contribuyen los proyectos de investigación y divulgación en los que está inmersa Asaja-Sevilla en colaboración con la DOP Estepa, la Estación Biológica de Doñana-CSIC y diversas instituciones públicas y privadas.

En concreto, en esta jornada se dieron a conocer los resultados de los proyectos C-Olivar e Indibio-Olivar.

Roberto García Ruíz, catedrático de la Universidad de Jaén; y Joaquín Cobos Sabaté, investigador de la estación Biológica de Doñana-CSIC; realizaron la presentación de las conclusiones del Grupo Operativo C-Olivar, un proyecto pionero orientado a la generación de créditos de carbono en el territorio de la DOP Estepa.

Tras el análisis detallado de los suelos de 15 fincas -que suman poco más de 400 hectáreas, de ocho términos municipales del ámbito de la DOP Estepa en los que se pudo cuantificar la cantidad de carbono presente en el suelo, para poder medir después el incremento-, se llegó a la conclusión de que la salud de los suelos es buena y su nivel de carbono es ya de por sí alto, pero puede incrementarse mediante la aplicación de ciertas prácticas que además de incrementar el nivel de carbono, básico para mejorar la actividad microbiana, mejorar la fertilidad y por lo tanto la productividad, abriendo una puerta a la comercialización de los créditos de carbono, puesto que la UE permite comercia con este secuestro adicional de CO2 en los suelos.

De hecho, en el mercado actual la comercialización del carbono secuestrado en el conjunto de las 400 hectáreas de las 15 fincas podría haber generado 192.000 euros en cinco años, lo que extrapolado a las 50.000 hectáreas amparadas por la DOP Estepa, supondría una aportación extraordinaria de 20 millones de euros.

Por su parte, Ramón C. Soriguer, investigador emérito de la Estación Biológica de Doñana, presentó los resultados del Grupo Operativo Indibio-Olivar, un proyecto centrado en desarrollar un índice que permita medir la biodiversidad en el olivar amparado por la DOP Estepa. Según expuso, el desarrollo de estos índices es fundamental para poder hacer estudios más profundos y hacer valer las aportaciones del olivar andaluz a la biodivesidad en España y en la Unión Europea.

En el periodo de vigencia del proyecto se han estudiado un total de 12 parcelas -tres de cultivo de olivar superintensivo, tres de intensivo, tres de olivar tradicional y tres de cereal secano-.

"En condiciones normales en estas parcelas se cuentan entre 20 y 28 especies de aves, ese porcentaje se incrementa cuando valoramos las aportaciones de las parcelas colindantes, frecuentemente con un modelo productivo distinto a primera parcela testigo. En estos casos, nos encontramos con entre 27 y 31 especies de aves", detalló, al tiempo que afirmó que la siembra de cubiertas vegetales y otras prácticas propias de la producción integrada desarrolladas en un entorno mosaico (que combina distintos tipos de olivar y algún otro cultivo) proporciona el hábitat adecuado.

Un mercado de expectativas

Por último, el director gerente de Oleoestepa, Álvaro Olavarría, analizó la situación del mercado del aceite de oliva en la campaña de comercialización 2024/25, la primera campaña que se vuelve a producciones normales tras dos campañas de "bajísimas" producciones como fueron la de 2022/23 y la de 2023/24.

Olavarría explicó que “conforme avanzan los meses, vamos comprobando que el ritmo de comercialización es muy bueno: se ha recuperado el consumo interno y las exportaciones van como un tiro por lo que a 30 de septiembre, cuando termine la actual campaña de comercialización, los stocks no serán altos”.

No obstante, la singularidad del mercado del aceite, que tal y como apuntó “es un mercado de expectativas”, está provocando que los precios se resientan ante la posibilidad de que la próxima campaña sea también buena.

Olavarría indicó que "en el sector del aceite de oliva el crecimiento de la oferta se ve acompañado en poco tiempo de un crecimiento de la demanda y hay países como EEUU en los que el crecimiento del consumo está siendo exponencial, por lo que el crecimiento de las producciones no debería ser un problema. De hecho, a nivel mundial en la presente campaña vamos a llegar por primera vez a los 3,5 millones de toneladas, y el potencial mundial se sitúa ya en 4,5 millones de toneladas".

El director gerente de Oleoestepa lamentó la banalización con la que se sigue tratando al aceite y consideró que "el gran peligro es que el mercado siga moviéndose fundamentalmente por el precio y no se hable de calidad, ni se valoren las aportaciones a la salud del producto. Y de esta banalización son especialmente responsables un buen número de envasadores, que juegan a vender volumen a bajo precio, y las cadenas de distribución que entran en ese juego y se olvidan de todo lo demás".

A su juicio, favorece también esta tendencia la elevada atomización del sector, "puesto que el 60% de todo el aceite está en manos de muchos oferentes que no están integrados en grupos profesionalizados, lo que no les permite defender su producto con garantías. Por fortuna el 40% restante está en manos de almazaras que son cooperativas de segundo grado y cuentan con una estructura más profesionalizada".

Cerró el encuentro la presidenta de Asaja-Sevilla, María Morales, quien reconoció el esfuerzo de los olivareros sevillanos y en especial de los acogidos a la DOP Estepa, "que han apostado claramente por la calidad, la sostenibilidad y la comercialización conjunta de sus aceites, lo que supone un plus para lograr la ansiada rentabilidad en un sector en el que todo está ajustado y milimetrado".

También valoró el esfuerzo desarrollado por la Consejería de Agricultura para lograr que primera vez aparezca la Producción Integrada en una Ley.

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