Olivum-Associação de Olivicultores e Lagares de Portugal ha actualizado sus previsiones para la campaña olivícola nacional, anticipando ahora una caída de alrededor del 20% de la producción de aceitunas en comparación con la cosecha anterior.
Dos semanas después de su estimación inicial, que preveía una caída del 10%, los primeros días de cosecha confirman que la producción se sitúa por debajo de las expectativas, lo que refleja el impacto del calor extremo y la falta de lluvias de los últimos cuatro meses, según Olivum.
La asociación ha explicado que en varias zonas de Portugal la sequía y las altas temperaturas durante la maduración han provocado la deshidratación del fruto, lo que ha afectado a la productividad del mismo. Además, ha añadido que incluso los olivares de regadío requieren más agua y la escasez de este recurso está teniendo un claro impacto en la disminución de la producción.
“Durante estos meses cruciales para la formación de aceite de oliva, nos enfrentamos a un escenario difícil, prácticamente sin precipitaciones”, ha afirmado Susana Sassetti, directora ejecutiva de Olivum.
Según Sasseti, “ste año, en comparación con la campaña anterior, en muchas zonas, los olivares no han tenido capacidad para mantener el desarrollo normal del fruto. Esta situación genera preocupación en el sector, que se enfrenta a una campaña marcada por una gran variabilidad entre regiones y variedades, pero con una tendencia común a la reducción de la productividad”.
Olivum ha subrayado que continuará monitoreando la cosecha y actualizando los datos a lo largo de la misma, trabajando con el sector para garantizar una comunicación “coordinada, clara y objetiva”.
Cabe recordar que, según los datos más recientes de la campaña anterior aportados por esta asociación, la producción de Portugal del pasado año fue de unas 177.000 toneladas de aceite de oliva.