Las leyes revisadas conforman el denominado "Ómnibus III", propuesto por la Comisión en mayo de 2025. Este paquete incluye modificaciones al Reglamento del Plan Estratégico (RPE) y al Reglamento "horizontal" sobre la PAC.
Respecto a los elementos principales del acuerdo, el Consejo ha destacado que mantiene la línea general de la propuesta de la Comisión en apoyo de los siguientes objetivos: reducir la carga administrativa para los agricultores y las administraciones; umentar los pagos a los pequeños agricultores y simplificar las normas sobre condicionalidad, en particular para las explotaciones ecológicas; y reducir las inspecciones in situ y suprimir la certificación anual de rendimiento.
El acuerdo también mantiene la propuesta del Ejecutivo comunitario de permitir a los Estados Miembros otorgar ayudas de emergencia a los agricultores en activo afectados por desastres naturales, fenómenos climáticos adversos o catástrofes. Dichas ayudas garantizarán la continuidad de la actividad agrícola de los agricultores afectados, según el Consejo.
Además, el acuerdo provisional mejora, a su juicio, los siguientes elementos de la propuesta de la Comisión: otorga flexibilidad a los Estados Miembros para decidir en qué medida las explotaciones parcialmente ecológicas pueden considerarse conformes a determinadas normas medioambientales, las denominadas CGA (buenas condiciones agrícolas y medioambientales); mejora la posibilidad de que los agricultores se beneficien de herramientas de gestión de riesgos; y aumenta el porcentaje de los anticipos de pagos directos.
El acuerdo provisional debe ser confirmado por el Consejo y el Parlamento Europeo antes de que el acto legislativo sea adoptado formalmente por los colegisladores.
La Comisión Europea ha acogido con satisfacción el acuerdo político alcanzado entre el Parlamento Europeo y el Consejo sobre el paquete de simplificación de la PAC para reducir las cargas administrativas, simplificar los regímenes de pago e impulsar la competitividad de los agricultores. A su juicio, estas medidas aportarán beneficios reales a los agricultores y a los Estados Miembros, ya que facilitan el papeleo, aumentan la flexibilidad y ayudan a las explotaciones pequeñas y medianas a hacer un mejor uso de las ayudas de la PAC.