"Basta de precios por debajo del coste, sí a la valorización del aceite de oliva virgen extra, involucrando a toda la cadena de suministro, incluyendo no sólo su componente agrícola, sino también la gran distribución y la restauración". Así lo ha destacado ASSITOL en un comunicado, en el que ha asegurado que "lleva tiempo advirtiendo contra la caída de los precios, reiterando, una vez más, la importancia de reposicionar el aceite de oliva, piedra angular de la Dieta Mediterránea y la alimentación saludable".
"La vuelta a un escenario de producción más equilibrado tras las difíciles campañas de los últimos años ha vuelto a poner de relieve, lamentablemente, las ventas por debajo del coste, lo que con el tiempo ha devaluado el producto", ha resaltado Anna Cane, presidenta del Grupo de Aceite de Oliva de la asociación.
A su juicio, "durante años, hemos sido testigos de promociones indiscriminadas, sin importar la estacionalidad y con amplia discreción por parte de la gran distribución. El aceite de oliva no es un producto básico, ni un condimento cualquiera. Es un producto esencial para la salud del consumidor. En esta campaña, que promete crecer tras años de sequía y descenso de la producción, es justo reiterarlo para concienciar a todo el sector".
Cane ha explicado que, debido a las constantes promociones, "los consumidores se han acostumbrado cada vez más a buscar productos a bajo precio, ignorando el verdadero valor del aceite de oliva virgen extra y todas sus características distintivas en comparación con otros productos alimenticios". Se trata de "un círculo vicioso, al que toda la cadena de suministro debe poner fin", ha afirmado, al tiempo que ha considerado que "la pérdida de valor de la categoría, a lo largo de los años, también ha provocado una disminución progresiva de la rentabilidad de los operadores, haciendo cada vez menos atractivo el cultivo del olivar, la producción de aceite y su envasado".
Para ASSITOL, "en la mayoría de los casos, el precio al consumidor final corre el riesgo de no cubrir los costes de producción, perjudicando así a toda la cadena de suministro. Por ello, es hora de recuperar el valor del aceite de oliva, instando a las instituciones europeas y nacionales a prohibir definitivamente las ventas a precio de coste, promoviendo una campaña eficaz de educación del consumidor. Es una petición que, sin embargo, no queremos hacer en solitario, sino empoderando a toda la cadena de suministro del aceite de oliva, desde los olivareros hasta la gran distribución. El objetivo es iniciar un diálogo continuo, transformando el sector para garantizar un futuro sostenible para el aceite de oliva virgen extra, pasando del «modelo de producto básico» perseguido hasta ahora al «modelo de valor".
Según Cane, "la gran distribución y la restauración podrían convertirse en actores clave en el proceso de valorización de la categoría, convirtiéndose cada uno a su manera en los embajadores más eficaces de nuestro aceite y fomentando la participación del consumidor. De esta manera, será posible definir un posicionamiento para nuestro aceite de oliva virgen extra que respete los valores tangibles e intangibles del producto. De hecho, una botella de aceite de oliva virgen extra no contiene simplemente un condimento líquido, sino muchos elementos esenciales para nuestra salud y nuestro paladar. Representa la cultura, el territorio y, sobre todo, el compromiso y la experiencia de todos los implicados en la cadena de suministro”.