Si la semana pasada hablábamos de un mercado del aceite de oliva paralizado, ésta podemos decir que esa paralización es total. En prácticamente ninguna zona olivarera se realizaban operaciones, aunque los precios tampoco variaban, ya que ni la oferta ni la demanda cedían en el caso de que una u otra se decidiese a realizar alguna transacción comercial. Los únicos cambios que se apreciaban al cierre de nuestra edición eran el del precio del aceite de oliva refinado en la provincia de <b>Sevilla</b>, que pasaba de 2.632 e/t. (438 ptas. el kilo) a 2.614/2.626 e/t. (435/437 ptas. el kilo), y el del aceite de oliva virgen para envasar de <b>Málaga</b>, del que se hizo alguna operación muy concreta y para aceites de buena calidad, a un precio que oscilaba entre los 2.614/2.644 e/t. (435/440 ptas. el kilo). Los operadores del sector se mostraban algo sorprendidos por la situación de paralización que mostraba el mercado, como hacía tiempo que no se veía, yendo ya para mes y medio lo que se está alargando. Muchos son los que opinan que el consumo se ha visto afectado por las subidas, pero otros opinan que más bien es el sector distribución el que ha paralizado las compras. Por otra parte, si estuviera tan claro que el consumo hubiese disminuído, ya se estaría reflejando en el aceite de girasol, producto al que suele desviarse cuando ocurren este tipo de incidentes y, por el momento, esto no está ocurriendo.