La Asociación de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (ASEMESA) calcula que la negativa de las autoridades rusas a aceptar exportaciones de aceitunas rellenas de pescado, está provocando pérdidas por valor de ocho millones de euros. <br /><br />En concreto, el problema afecta a todas las aceitunas rellenas de pescado (anchoa, atún, salmón, etc.) a las que Rusia está exigiendo desde hace un mes y medio un certificado veterinario destinado a los productos de origen animal. <br /><br />Dicho certificado, acordado entre Rusia y la U.E., no debería exigirse a las empresas aceituneras ya que no transforman el pescado sino que lo compran ya transformado.<br /> <br />Antonio de Mora, director gerente de ASEMESA, ha pedido al Ministerio de Economía que se le de máxima prioridad al problema, ya que son muchos millones los que se están perdiendo. "Llevan un mes y medio en contacto y todavía estamos igual", indicó. <br /><br />Además, explicó que las autoridades rusas tampoco permiten que la garantía se la dé la empresa encargada de transformar y venderle el pescado, ya que el certificado lo tiene que tener la empresa exportadora, con lo que se les escapa un amplio mercado sin saber cómo solucionarlo.