Siguiendo los pasos de España, Marruecos se convierte en el segundo país en firmar este acuerdo, que respalda el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA). El acuerdo tiene como objetivo proteger la diversidad genética del olivo, un recurso fundamental para la resiliencia y el futuro del sector oleícola mundial, fomentando el intercambio de información, las prácticas de conservación y la cooperación científica, según ha informado el COI en su página web. El acuerdo fue firmado por Ahmed El Bouari, ministro de Agricultura marroquí; Jaime Lillo, director ejecutivo del COI; y Kent Nnadozie, secretario del TIRFAA. El organismo ha subrayado que este hito refuerza el compromiso de Marruecos, miembro fundador del COI, con la preservación de la biodiversidad oleícola, piedra angular de la cultura mediterránea, la seguridad alimentaria y el patrimonio agrícola. El acuerdo reviste especial importancia para Marruecos, donde el sector oleícola es un componente clave de la agricultura, impulsando la economía, la resiliencia climática y el uso del suelo. Con 1,24 millones de hectáreas de olivar, el sector genera un importante empleo, cubre una cuarta parte de las necesidades de aceite comestible del país y genera 184 millones de euros en exportaciones anuales. El COI también ha detallado que Marruecos también alberga la segunda mayor colección de germoplasma oleícola del mundo en Tassaout (región de Marrakech), vital para la conservación, la investigación y su posterior utilización. Este organismo espera ampliar esta colaboración con otros países miembros, reforzando los esfuerzos mundiales para proteger y mejorar los recursos genéticos oleícolas para las generaciones futuras.