Mientras que durante las últimas semanas la mayor parte del sector se encontraba disfrutando de sus vacaciones, los precios en origen del aceite de oliva experimentaban un fuerte movimiento alcista que dejaba a todo el mundo desconcertado. Tras días de incertidumbre, en estos momentos el vendedor se muestra firme en su oferta, mientras que el comprador reacciona tranquilo, dispuesto a esperar a una posible bajada de precios. <br />La revolución de los precios afectaba a toda la geografía española por igual, siendo mínimas las variaciones entre unas zonas y otras. <br />Así, la cotización más alta de virgen extra se daba en Sevilla, a 560 ptas./kg., (3.370 €/t.) mientras que la más baja se producía en Jaén y Granada, a 545/550 ptas./kg. (3.280/3.310 €/t.). En cuanto al virgen para envasar, Sevilla y Córdoba alcanzaban las 550 pesetas por kilo (3.310 €/t.), mientras que el refinable se colocaba en torno a las 535/540 ptas./kg. (3.220/3.250 €/t.) en Córdoba. Finalmente, en esta misma ciudad se cotizaba el refinado a 560 pesetas el kilo (3.370 €/t.). <br />Los mercados extremeño, catalán y aragonés se muestran cautos y no presentan grandes operaciones. Aquí no existe prácticamente demanda y se prefiere esperar a ver qué pasa. Además, muchas son las firmas que aún están de vacaciones, por lo que no todavía no es fácil hacerse una idea ajustada de la situación real.<br />Esta alza de los precios en origen, según fuentes del sector, obedece sobre todo a la especulación de vendedores, aunque las adquisiciones de los italianos, que con unas estimaciones de producción para la próxima campaña de 750.000 toneladas, han originado un volumen de transacciones superior al habitual en estas fechas. Por otra parte, la incertidumbre sobre la cosecha de la próxima campaña en España, estimada en unas 800.000 toneladas, pese al azote de las últimas heladas y la persistente sequía, hace que tengamos que esperar mirando al cielo hasta finales de septiembre, fecha en la que se dispondrán de más datos con los que aproximar las previsiones. <br />Corremos el riesgo de que si la tendencia sigue al alza, como ya ocurriera en la campaña 1995/96, se reduzca drásticamente el consumo interno de aceite de oliva. <br /><br />